31 de diciembre 2013 - 00:00

CGT: se le rebelan gremios a Caló

Antonio Caló, Omar Maturano y Hugo Moyano.
Antonio Caló, Omar Maturano y Hugo Moyano.
La conducción de Antonio Caló al frente de la CGT oficialista suma cuestionamientos. Las quejas no sólo afectan al líder de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) sino también al Gobierno, que prevé servirse de esa central sindical para establecer parámetros razonables para el debate salarial del año que viene. A las críticas de Gerardo Martínez (albañiles, Uocra) se sumó ayer Omar Maturano, de los maquinistas de La Fraternidad, quien le reprochó a Caló trabajar más por su gremio que por la CGT y anticipó que pedirá el 30% de aumento para el año que viene, sin importar una eventual negociación a nivel de cúpula.

"Lo que diga la CGT no nos interesa porque somos gremios independientes. Si (a la jefatura de la central) se le ocurre acordar directamente con el Gobierno, que se firme un decreto de suba salarial. Igual, yo no lo voy a aceptar. El piso para nuestra paritaria desde enero va a ser el 30 por ciento", le dijo Maturano a este diario. Y agregó: "Caló es secretario general de la CGT, no sólo de la UOM. No puede ser que decidan unos pocos en una 'mesa chica'...", acerca del grupo reducido de gremialistas que suele trazar las estrategias de la organización.

Maturano y Roberto Fernández (colectiveros, UTA) son los dirigentes que, todavía dentro de la central oficialista, permanecen más alejados del Gobierno. De hecho, durante la última campaña electoral mantuvieron contactos con el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, primero informales y, luego del resultado, se declararon partícipes de ese espacio. Incluso prevén reunirse en el verano con Hugo Moyano, jefe de la CGT opositora, mediante una gestión abierta del gremialista de los peones rurales (Uatre), Gerónimo Venegas.

También los dos dirigentes son los únicos de la central afín al Ejecutivo que ya anticiparon pedidos de aumento salarial con un piso del 30 por ciento, un número hasta ahora sólo reservado a gremialistas que integran la CGT de Moyano o la CTA de Pablo Micheli.

Mientras Fernández advirtió el viernes que hará ese planteo en enero, una vez vencido su actual acuerdo salarial, Maturano dijo que lo formalizará en marzo. En cualquier caso, se trata de reclamos muy por encima de la pauta que imaginó el Gobierno antes de las crisis en varias provincias que derivó en incrementos abundantes para las fuerzas policiales de esos distritos.

"Nosotros este año firmamos por el 23% y la inflación fue del 28%. Así que esos cinco puntos que perdimos vamos a recuperarlos en la próxima paritaria", avisó Maturano. De paso deslizó una señal favorable a Hugo Moyano: "Y si el Gobierno quisiera acordar con nosotros debería llamar a todo el movimiento obrero, no sólo a una CGT. También a la de Moyano y a las dos CTA. En definitiva, a todo el movimiento obrero".

Admitió que el malestar interno en la CGT oficialista creció una vez que el camionero obtuvo un bonus de fin de año de $ 2.500 para su gremio. "Parece que para conseguir cosas hay que estar en la otra vereda", graficó.

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