27 de mayo 2019 - 00:01

Corea se fue de Cannes con la Palma de Oro

El jurado del Festival, presidido por el mexicano Alejandro González Iñárritu, cumplió con la tradición: ignorar a los favoritos (como este año Tarantino y Almodóvar) y recompensar a los tapados. Antonio Banderas ganó el premio al mejor actor

Bong Joon-Ho. El de Parásito recoge su Palma de Oro de Cannes el sábado por la noche.
Bong Joon-Ho. El de "Parásito" recoge su Palma de Oro de Cannes el sábado por la noche.

Cannes - A menudo los premios de Cannes no coinciden con el gusto de crítica y público. La más firme candidata a la Palma de Oro, “Dolor y gloria”, de Pedro Almodóvar, se tuvo que conformar con el reconocimiento como Mejor Actor a Antonio Banderas. La película ganadora fue la coreana “Parasite” de Bong Joon-Ho (“The Host”). Su director había presentado hace dos años “Okja”, su film inmediatamente anterior producido por Netflix, que fue uno de los que desató la polémica del Festival con la firma de streaming.

“Parasite”, séptimo largometraje, gira alrededor de una pareja de la clase alta que contrata sucesivamente a los miembros de una misma familia como chofer, cocinera y asistente pedagógico de la hija, sin darse cuenta de que son parientes entre sí. Hacia el final la trama ingresa en episodios sangrientos, con muertes incluidas, algo habitual en la cinematografía coreana. No obstante, debe reconocerse que Joon-Ho no se regodea con dicha violencia.

El Grand Prix, segundo en importancia, lo obtuvo “Atlantique”, de la debutante y actriz Mati Diop, de origen senegalés. Historia de una joven y de un matrimonio acordado, contra su voluntad, por la familia, tiene un final “fantástico” que seria el género que definiría mejor este film. También cercano a dicho género es “Little Joe” (“Lovely Rita”) de la austríaca Jessica Hausner, película que también se llevó el premio a la mejor actriz, la británica Emily Beecham, que interpreta a una ingeniera que manipula genéticamente plantas como la que da origen al título de su nueva película, no muy bien recibida por la crítica.

El premio del jurado fue un ex aequo entre la francesa “Los miserables” (no basada en el libro de Victor Hugo) de Ladj Ly (su opera prima) y “Bacurau” producción de Brasil, de Kleber Mendonca Filho y Juliano Dornelles, ambas bien recibidas por la crítica. A propósito de Brasil, este país se vio agraciado no sólo por dicho premio compartido sino también por ganar la competencia Un Certain Regard con “La vida invisible de Euridice Gusman”. La Argentina debió contentarse con una Mención Especial del jurado de Cortometrajes en la competencia oficial por “Monstruo Dios”, de Agustina San Martín, una egresada de Diseño de Imagen y Sonido de la UBA que está preparando su primer largo como directora.

“Portrait of a Lady on Fire”, de la francesa Celine Sciamma, obtuvo el premio al mejor guion, film que recuerda un poco a “La vida de Adele”, aunque las imágenes lésbicas son aquí menos directas. A propósito de esta última, Abdellatif Kechiche, su realizador, presentó “Mekhtoub, My Love: Intermezzo”, de casi cuatro horas, con una escena de sexo oral (femenino) de más de diez minutos en el baño de un night-club.

La lista de premios de la Selección Oficial la completan “El joven Ahmed” de Jean-Pierre & Luc Dardenne, como mejores directores (no merecido) y la simpática “It must be heaven” de Elia Suleiman. Se fueron con las manos vacías, entre otras, las películas de Tarantino, Ken Loach, Terrence Malick y Corneliu Porumboiu. Otro olvidado fue Marco Bellocchio, con su estupendo film “ll traditore”, sobre la Cosa Nostra. En cuanto a los premios de Un Certain Regard, corresponde destacar el segundo a Oliver Laxe por la gallega “Lo que arde” y lamentar el Especial del Jurado para “La liberté” de Albert Serra.

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