Con estirpe de campeón

Avanza Maxi. Nannini, símbolo de Duendes, deja la marca atrás e inicia un avance verdinegro.

Ambos equipos dejaron en claro porqué fueron los campeones de sus respectivas uniones y producto de esto salió un partidazo. Diez tries, cinco pasos de mando en el marcador, grandes cone-xiones. Todo. Realmente fue un espectáculo.

Nos convenía que el SIC no tuviera la pelota y que esté lo más lejos posible de nuestro ingoal. Por eso, rescato el funcionamiento integral del equipo y la contundencia, analizó el experimentado segunda línea.

Si bien Duendes intentó hacer eso, recién en el último tramo del partido pudo lograrlo. Allí fue que, con un jugador menos, le quitó la pelota al rival y le marcó dos tries para obnubilar a los de Boulogne y gestar su triunfo. Fuimos muy compactos y atacamos mucho, completó Bouza.

El SIC pagó caro las ausencias en puestos claves, por ejemplo en la pareja de medios. Y cuando tuvo la posibilidad de alejarse en el marcador por la vía del penal, sus pateadores (Bernardo Scuderi y Joaquín Domínguez) fallaron desde posiciones factibles. Tal vez lo que haya terminado de condenarlos a la derrota fueron esos diez minutos que tuvieron superioridad numé-rica y no pudieron marcar. Cuando Duendes estuvo con 14 y nos apoyaron dos tries fue por desconcentraciones nuestras, relató Mariano Taverna.

Los fortaleció el hecho de que jugaron con el mismo equipo de todo el año y nosotros tuvimos cambios en puestos claves. Esto también fue uno de los factores determinantes, continuó el Zanjero. Nos tenían estudiado en las formaciones, se notó. Sabían cómo jugábamos las pelotas en el line o qué hacíamos a la salida del scrum. Pero tampoco eso es excusa, porque este tipo de partidos se definen 100% de la cabeza, concluyó.