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Con nuevo secretario, habrá cambios en Comunicaciones
El reemplazo de Salas, un allegado personal del ministro Julio De Vido, por Berner, se relaciona con la nueva etapa que se inició en el manejo de las telecomunicaciones el año pasado cuando el Gobierno declaró desierta la licitación de las frecuencias del espectro radioeléctrico que debió abandonar Movistar cuando Telefónica Móvil se fusionó con Bell South, y luego adjudicó a la empresa estatal Ar-Sat esa porción del espectro que equivale al 25% del total asignado a la telefonía móvil .
Si bien circularon varios proyectos y oficialmente se dijo que Ar-Sat alquilaría frecuencias a las cooperativas telefónicas del interior para dar telefonía móvil, todavía no hubo definición sobre el tema. Hasta llegó a circular la versión de que las frecuencias serían rentadas a las actuales prestadoras de telefonía móvil para mejorar el servicio. Además el Gobierno creó la empresa Libre.ar, para dar telefonía celular pero tampoco hubo avances hasta ahora.
Junto con el cambio en Comunicaciones, el Gobierno también designó a un nuevo director en Ar-Sat: Matías Villelli, un ingeniero que se considera relacionado con el viceministro de Economía, Axel Kicillof, uno de los principales impulsores de un rol más protagónico del Estado. La empresa dedicada en principio a los servicios satelitales es también la operadora de la televisión digital y está instalando una extensa red de fibra óptica en todo el país para llevar internet de banda ancha al interior del país.
Los nombramientos se producen en un contexto de críticas insistentes al servicio de telefonía móvil y a su retraso para ir preparando el terreno para la tecnología 4G , basada completamente en el protocolo IP, y cuya principal característica es la velocidad para la transferencia de datos aun en situaciones de movimiento, como en un auto a 200 kilómetros por hora. En Brasil, Telefónica y América Móvil, de Carlos Slim, cerraron un acuerdo para desarrollar en sociedad esa tecnología con menores costos y cumplir con las exigencias de instalación que impuso el organismo regulador con vistas al Mundial de 2014. En la Argentina sigue pendiente además una normativa más estricta para las prestadoras de telefonía celular en cuanto a calidad del servicio y metas de inversión, una especie de marco regulatorio del que carece la actividad.
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