Conjuró venta agresiva

Viendo sólo el resultado final, se puede caer en la falsa impresión de haber sido un desempeño dentro de lo que era previsible, para todos los mercados, a partir de la apatía e incertidumbre del martes. Sin embargo, entre los dos cierres de rueda existió un desarrollo mucho más ajetreado para el Merval que su sobrio 0,15% de aumento, que quedó para la estadística. En el exterior se pudo ver a un Dow Jones que transitó por el camino previsto, la intrascendencia y falta de rumbo, que por el momento se le atribuye a la reunión de Corea que rematará la semana.

En San Pablo se llegó a un final similar, de saldo desechable. Y solamente Europa, mostrando bajas en el orden del 1%, se salió del marco propuesto de antemano. Por Buenos Aires y viniendo de cifra final del martes con 3.305 puntos, la nota fuerte estuvo dada por el piso alcanzado en la rueda. Y que se situó nada menos que en 3.227 unidades, por momentos haciendo ver de cerca la frontera inferior de la centena. En tal punto, el indicador llegó a perder hasta un 2,4%, desde donde se inició una escalada que lo llevó a un final de 3.310 puntos y que, a la vez, fue máximo del día.

El logro de haber podido cerrar un bache de dimensiones apreciables y dando vuelta el signo hasta positivo leve del 0,15%. Todo ello mediante una intensa actividad y buen nivel de asimilación vendedora para concretar $ 127 millones de efectivo. Diferencias bastante parejas, con 37 papeles en alza por 40 en descenso. Una rueda que fue mucho más movida y cambiante que lo que dice su saldo tan sobrio. Se confirma así una semana de intensos recambios y opiniones encontradas. La Bolsa echó chispas.