27 de octubre 2017 - 00:00

Cristina y Menem simultáneos en Comodoro Py: ella defendió pacto con Irán; él por encubrimiento AMIA

La exjefa de Estado apuntó a Bonadio por su propio rol en la causa original, que cuatro pisos más abajo se está juzgando desde 2015. Alegatos, el lunes.

imputados. Cristina de Kirchner ingresó minutos antes de las 10 para dirigirse al cuarto piso de Comodoro Py. Desde temprano y por primera vez desde que comenzó el juicio, el también senador Carlos Menem ocupó su lugar en el banquillo junto a su defensa.
imputados. Cristina de Kirchner ingresó minutos antes de las 10 para dirigirse al cuarto piso de Comodoro Py. Desde temprano y por primera vez desde que comenzó el juicio, el también senador Carlos Menem ocupó su lugar en el banquillo junto a su defensa.
Por primera vez, en la misma jornada, coincidieron en los tribunales federales de Comodoro Py dos expresidentes en calidad de acusados y por expedientes con un punto de contacto: la causa AMIA. Cristina de Kirchner y Carlos Menem con la simetría, además, de ser ambos senadores electos el último domingo- estuvieron a metros de cruzarse cara a cara. La primera, asistió a la breve declaración indagatoria en el despacho del juez Claudio Bonadio, originada a partir de la denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman por el posible encubrimiento de los acusados iraníes responsables por el atentado. El riojano, estrenó su asiento en el banquillo de los acusados en el juicio oral por el desvío de la investigación original por la voladura de la mutual judía, para escuchar el primer tramo de los alegatos de la fiscalía en su contra.

La atención y las luces se las llevó la exmandataria, aunque el histórico juicio por el encubrimiento comenzó el 6 de agosto de 2015 y tiene como imputados a la cúpula de la SIDE del gobierno menemista, juez y fiscales, policías, abogados, un dirigente comunitario como Rubén Beraja y el presunto facilitador del coche-bomba, Carlos Telleldín. "La causa es un gran disparate", dijo Cristina sentada en el cuarto piso, minutos después de haber ingresado por un lateral del edificio ante uno delos secretarios de Bonadio y en alusión a la denuncia por traición a la Patria y encubrimiento a partir de la firma del Memorándum de Entendimiento con Irán. El juez que ya la indagó por la causa los Sauces y la envió a juicio por dólar futuro- permaneció pocos minutos en el mismo despacho. No se saludaron ni se dirigieron la palabra, un clásico. La ahora senadora presentó un escrito y subrayó tramos en su declaración. Realizó correcciones al acta (varias) y exigió que se le entreguen las que eran desechadas como reaseguro. Incluso, detuvo la marcha del proceso para preguntarse si un empleado del juzgado la estaba grabando con un celular. Contrastó la distancia con Bonadio con la cordialidad con la que se trataron con el fiscal del caso, Eduardo Taiano.

"Doctor Bonadio, de usted no espero Justicia. Pero confió plenamente que cuando en la Argentina se restituya el Estado de Derecho, tan dramáticamente afectado hoy por la espuria y desvergonzada relación entre el Poder Político y el Poder Judicial, la Justicia que reclamo finalmente se proveerá", fue una de las duras frases del escrito que Cristina leyó por propia voz. Negó los cargos, defendió el pacto con Irán como herramienta para destrabar las indagatorias a los acusados, afirmó que fue validado por el Congreso y que no entró en vigencia. El escrito abundó en cuestiones técnicas, pero recordó en un apartado especial dedicado al juez, paradójicamente también relacionado al encubrimiento. "Usted fue imputado por ser parte del encubrimiento al atentado a la AMIA y apartado de la investigación de dicha causa por tal motivo. Que usted paralizó esa investigación durante casi cinco años. Que usted fue acusado de proteger a otros acusados, de encubrir a (Calos) Corach, de proteger (Jorge "Fino") Palacios, de ser parte de un complot para alejar al fiscal Nisman de la investigación del atentado a la AMIA e incluso de pretender atentar contra la integridad física del fiscal y de su familia", disparó.



Palacios era uno de los doce de los trece imputados que casi cinco pisos más abajo escuchaban la acusación de la fiscalía. Sólo Hugo Anzorreguy, exjefe de la SIDE menemista, no dio el presente alegando "dolor abdominal intenso", y presenció todo vía teleconferencia. Menem había logrado eludir su presencia en el juicio desde un comienzo alegando temas de salud. "El expediente se transformó en un verdadero laboratorio de irregularidades", sostuvo el fiscal Miguel Yivoff. Para los acusadores (que continuarán el lunes) se dio por probado el delito de malversación de fondos públicos para todos los imputados en el pago a Telleldín de los u$s 400 mil con fondos reservados de la SIDE. "Hay importantes indicios que llevan a pensar que fue una mentira lo que declaró Telleldín", dijo el fiscal sobre la versión que desvió la causa durante casi 10 años apuntando a policías bonaerenses. No ha podido probarse, dijo que el exjuez Juan José Galeano "haya buscado deliberadamente una versión falsa, pero sí que aceptó esa versión como verdadera sabiendo que ni antes ni después del pago la logró probar". Toda la acusación se centra en que Menem fue el que dio la instrucción para centrar la investigación en una pista falsa. Y nunca profundizar en la denominada "pista siria" que apuntba a una persona cercana a su propia familia.

El único antecedente de dos expresidentes en Comodoro Py fue en 2013, y repitió como protagonista con Menem, aquella vez con Fernando De la Rúa. Se dieron la mano cuando se cruzaron. El riojano se fue con una absolución bajo el brazo por una cuenta en Suiza por anulación de parte de su acusación y prescripción de la otra. A "Chupete" le pidieron aquel día seis años y medio de prisión por los sobornos del Senado, aunque finalmente el juicio derivó en un sobreseimiento.

Luego de una hora y media, Cristina salió por un lateral y se dirigió a una de las esquinas de la avenida Comodoro Py. Habló en una tarima para la militancia propia que la acompañó bajo un férreo operativo de seguridad de Gendarmería que incluyó nuevamente el cierre del cuarto piso de tribunales. En clave política, apuntó hacia el Gobierno : "Conmigo no van a poder". Sin embargo, y pese a las preguntas, no hizo mención alguna a la suerte corrida menos de 24 horas antes en el mismo lugar por su exministro, Julio De Vido.

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