3 de agosto 2010 - 00:00

Cubanos ya se ilusionan con ser entrepreneurs

La Habana - Ante los anuncios del presidente Raúl Castro que impulsa la ampliación del trabajo por cuenta propia, y busca reducir el empleo público, los cubanos ya empiezan a soñar con sus microemprendimientos.

Así, Humberto Trueba, cocinero de 43 años, que quedó desempleado, ahora piensa poner un puesto de comida y hacer su propio negocio: «Es lo mejor que ha hecho Raúl. No tuvo sentido quitar las licencias.

Tener su propio negocio y pagar al fisco, ¿por qué no?, si los chinos lo hacen», sostuvo. «Mi marido estaba loco por una licencia para hacer frituras. Es mejor abrir la vía, porque lo que no permiten la gente lo busca, lo inventa, lo roba. Hay que comer», contó Noris Rodríguez, ama de casa de 59 años.

«Tenía que haber pasado hace ya mucho tiempo», afirmó Lidia, una secretaria en el distrito de El Vedado. «Yo siempre he dicho que podría fabricar adornos para las casas y venderlos, pues en nuestro barrio no hay ningún lugar donde los vendan», explicó, señalando que hasta ahora las leyes no le permitían abrir un negocio así.

«Cuando era pequeña, en nuestra calle había una tienda de una familia que vendía de todo, desde una tijera hasta una bombilla o un botón. Funcionaba muy bien, y todos íbamos a comprar, pero esos negocios tuvieron que cerrar», recordó su madre, ya jubilada.

En los últimos meses se hicieron nuevos experimentos con el arrendamiento de taxis a sus conductores y la entrega de la gestión de peluquerías pequeñas a sus empleados. Éstos dejaron de cobrar un salario y deben pagar impuestos, pero reciben su sustento de los pagos de clientes y pueden fijar horarios y precios.

Mientras, Luis Ramírez, bodeguero de 35 años, se muestra muy entusiasta con la nueva medida, aunque opinó: «Es parecido a un permiso de construcción, te dejan construir, pero no hay materiales o están muy caros».

Agencias DPA y AFP

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