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Cumbre sindical en Mar del Plata con eje salarial
Moyano y Barrionuevo mantienen una relación pendular, que mejoró en los últimos meses en la medida en que el Ejecutivo agrietó su vínculo con el sindicalismo en general. La sorpresa puede venir con la posible participación de dos dirigentes que integran formalmente la CGT oficialista y que desde hace tiempo coquetean con las otras versiones de la central obrera. Son Roberto Fernández (colectiveros, UTA) y Omar Maturano (maquinistas, La Fraternidad), que le dijeron a este diario estar dispuestos a participar en la reunión en Mar del Plata en tanto tenga por objetivo "la unidad del movimiento obrero".
"Vamos a ver si se concreta el milagro de Francisco", apuntó Abel Frutos, del sindicato de los panaderos y secretario gremial de la CGT de Moyano, quien actuó como nexo para agilizar la cumbre con Barrionuevo. Según Frutos, en el encuentro se analizará "la situación socioeconómica y el efecto del congelamiento de precios sobre las negociaciones salariales", entre otros puntos. Y advirtió: "De unidad en acción vamos a hablar, seguro".
La inflación del último trimestre y las subas policiales empujaron hacia arriba las pretensiones de los sindicalistas. En las últimas semanas los dirigentes que se animan a esbozar números para las paritarias plantan el 30 por ciento como piso para comenzar a negociar. Incluso gremialistas cercanos al Gobierno se quejan por los precios y advierten que las discusiones con los empresarios serán más ríspidas que otros años.
Andrés Rodríguez (estatales, UPCN), uno de los más moderados de la CGT oficialista, le dijo a este diario que el curso de las paritarias dependerá del éxito del acuerdo de precios lanzado el 3 de enero por el Gobierno, pero planteó que para contener las demandas hará falta "que los precios, sobre todo de la canasta básica, vuelvan a valores más cercanos a los de octubre".
El conglomerado que organizan Moyano y Barrionuevo, aunque en la vereda de enfrente del Ejecutivo, es todavía más cauteloso que otras expresiones sindicales como la CTA de Pablo Micheli, que adelantó un piso de reclamos por encima del 35%, o el ferroviario disidente Rubén "Pollo" Sobrero, que reclamó empardar los incrementos de este año con los de las policías, en un valor cercano al 40 por ciento.
Para estructurar las demandas, la CGT de Moyano dio a conocer mediciones propias de inflación del 25% por 2013. Mientras que la Confederación de Sindicatos de la Alimentación (CASIA) informó que la suba del año pasado fue del 27,2% y mayor en el rubro de alimentos, con un 29 por ciento.
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