De afuera, luz amarilla

Velando el reinicio de operaciones en Buenos Aires, aquello que arribó desde el exterior en la rueda global no fue para el entusiasmo. Antes, todo lo contrario, dicho en función de aperturas semanales donde el signo negativo resultó dueño de los índices en todas las regiones. En Europa con un derrumbe de Madrid y cerca del 3% de caída -como si pusieran las barbas en remojo, detrás de Irlanda-, daños menores en París y Londres.

En el centro principal el Dow Jones siguió deambulando sin norte, hasta corregir en un leve 0,22 por ciento de rebaja. Lo que se multiplicó para el Bovespa, ya que San Pablo registró una huella marcada -en pérdida- camino de ser un 2 por ciento, muy cerca de ello. Con esto, lo primero a pensarse es que el feriado cayó de perillas para el circuito local. Casi seguramente debía plegarse a esa onda adversa del mundo.

Lo segundo, que abrirá hoy operaciones el Merval y con una factura a pagar, por lo del lunes y su ausencia, rogando porque en el exterior la cuestión se pueda doblegar a lo largo de hoy. Y debiendo resolver los propios interrogantes, el principal de ellos ver si la baja consecutiva de negocios en el ámbito local constituye un escalón descendido para quedarse. O si nuevamente se recupera el ritmo que llevó al Merval a sus mejores rendimientos en el año, recordando que lo último resultó la muestra más pobre, no más de $ 51 millones realizados el viernes, dentro de una imagen y sensación semanal que poco tuvo que ver con la realidad positiva de los números del índice, que finalizó ganando el 1,4 por ciento en cinco días. Inicio que contendrá bastante carga de incertidumbre y con la consigna de la cautela. La Bolsa sospecha...