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Denegri: el viejo cine como museo

El espacio de arte se convierte en una sala espectral que alberga máquinas del pasado, donde los elementos se irán deteriorando irreversiblemente.
Sus trabajos surgen, en general, del registro directo, de capturar con la cámara un gesto irrepetible y aunque evita la puesta en escena, tienen un tono narrativo, vinculados a la intimidad, al valor de los vínculos afectivos.
En 2012 inició una serie en relación con la historia argentina desde una visión más conceptual. Presenta ocho instalaciones que rescatan una historia del cine panorama y de feria de los inicios del siglo XX. Las máquinas y los "ruidos" que se exponen valorizan la materialidad de las películas de 8, 16 y 35 mm. El conjunto está separado en dos grupos: "Eramos esperados" en el que Denegri reflexiona sobre el interrumpido desarrollo social y económico en la historia argentina y "Día Uno", "Grito", "Un Martes", filmaciones caseras de una infancia transcurrida en la última dictadura. En estas filmaciones se aúnan recuerdos autobiográficos, la atmósfera familiar donde las instituciones policial y escolar tienen un fuerte protagonismo,
Según La Ferla, investigador en medios audiovisuales, esta muestra ubica al aparato fílmico en el centro de la escena de arte, tanto en su función específica de proyectar como por el valor escultórico de las máquinas y las imágenes resultantes.
En el caso de esta muestra, el loop, el proyector, el haz de luz, las pantallas, emplazan al cine en la sala de arte por lo que el espectador debe desplazarse para establecer un diálogo entre las obras.
Un antecedente del ingreso del cine a una galería de arte en la Argentina fue "Sesenta metros cuadrados de alambre tejido y su información" de Oscar Bony en ocasión de la muestra "Experiencias Visuales 1967" en el Di Tella. En el excelente libro-catálogo, La Ferla, con lenguaje muy específico, analiza el proceso de imágenes filmadas de archivos gráficos y fotográficos proyectadas en pantallas múltiples, su grabación en formato digital, la mezcla de soportes, la convergencia de los distintos medios, el pasaje entre lo analógico, la fotoquímica y lo digital con sus consecuentes transformaciones. La Ferla señala que el espacio de arte se convierte en una sala espectral que alberga máquinas del pasado y que los elementos se irán deteriorando irreversiblemente. ¿Está acaso anunciando la muerte del cine a favor de las transferencias digitales que no se deterioran?
Actualmente las salas están dejando de proyectar cine y, subrepticiamente, ofrecen los soportes digitales y las proyecciones de base de datos como cine. Hay una filmación de la bandera argentina, primer ejercicio cinematográfico en nuestro país realizado por Eugenio Py. Se suceden imágenes de conflictos obreros de principios del siglo XX, "El Grito de Alcorta" (1912) y "La Semana Trágica" (1919). "Éramos esperados" en su primera versión, expone el carácter frágil del desarrollo industrial de la Argentina La segunda versión en 16 mm. (2013) sugiere la posibilidad de una industria nacional en crecimiento.
La elección del emblemático edificio de OSDE para esta exposición tiene el carácter nostálgico de una zona céntrica, actualmente bastante degradada, epicentro de la actividad y el desarrollo cinematográfico en nuestro país. Negocios de insumos cinematográficos, los neones y las marquesinas de los teatros de la calle Lavalle, el movimiento incesante de una urbe dinámica, la actividad bancaria y el glamour de restaurantes, cines y teatros. El ciudadano consumía cine embelesado por la proyección que salía de estas máquinas que constituyen, hoy, esculturas para el recuerdo. Suipacha 658. 1er piso. De lunes a sábado de 11 a 20. Clausura el 11 de enero.
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