3 de noviembre 2011 - 00:00

EE.UU. declara su “decepción” por el aliento a colonias

La decisión de ampliar los asentamientos israelíes en Jerusalén Este y Cisjordania motivó ayer duras críticas de las principales cancillerías de Occidente. Para Benjamín Netanyahu, la soberanía de su país sobre la ciudad santa es un tema cerrado.
La decisión de ampliar los asentamientos israelíes en Jerusalén Este y Cisjordania motivó ayer duras críticas de las principales cancillerías de Occidente. Para Benjamín Netanyahu, la soberanía de su país sobre la ciudad santa es un tema cerrado.
 Washington - Estados Unidos se declaró «profundamente decepcionado» por la decisión de Israel de acelerar la construcción de asentamientos en Jerusalén Este y en el territorio ocupado de Cisjordania, por considerar que eso desalienta el diálogo directo con los palestinos.

«Como hemos dicho antes, acciones unilaterales van en contra de los esfuerzos para reanudar las negociaciones directas», agregó en conferencia de prensa el vocero de la Casa Blanca, Jay Carney. Esas decisiones «no promueven la meta de un acuerdo razonable y necesario entre las partes. Esa es la única forma de lograr la solución de dos Estados que ambos lados tienen como meta: los palestinos como un Estado soberano, y los israelíes con la seguridad que tanto merecen», explicó Carney.

El martes, el Gobierno israelí aprobó acelerar la construcción de 2.000 nuevas viviendas en Jerusalén Este y en los asentamientos de Maalé Adumim y Gush Etzion, situados en Cisjordania.

La decisión fue adoptada en una reunión de los ocho ministros más relevantes del Gobierno, convocada por el primer ministro, Benjamín Netanyahu, para analizar la reciente decisión de la Unesco (organización de las Naciones Unidas que promueve la educación y la cultura) de aceptar a la Autoridad Palestina (AP) como miembro de pleno derecho. Esa votación supuso un triunfo simbólico para los palestinos, que buscan que la propia ONU les dé estatus de Estado miembro.

A su turno, y con tono más duro, la Unión Europea (UE) también criticó la noticia. La jefa de la diplomacia comunitaria, Catherine Ashton, se declaró en un comunicado «muy preocupada» y recordó que las colonias «son ilegales bajo la legislación internacional» y «un obstáculo para la paz».

«Llamamos a Israel a dar marcha atrás a esta decisión y llamamos a los dos partes a continuar con su compromiso con el Cuarteto (EE.UU., la UE, la ONU y Rusia) para avanzar en los esfuerzos de paz», indicó. Francia y España se pusieron a tono con las declaraciones de la representante del bloque.

Además, la UE pide a todos que «continúen apoyando la misión de la Unesco en la construcción de la paz, la erradicación de la pobreza, el desarrollo sostenible y el diálogo intercultural».

Ashton se refirió así al anuncio de Estados Unidos de suspender el aporte de 60 millones de dólares a la entidad.

La Casa Blanca tomó la decisión en cumplimiento de la legislación existente en el país, que obliga al Gobierno a detener la prestación de fondos a cualquier agencia de la ONU que reconozca a Palestina como Estado antes de que israelíes y palestinos alcancen un acuerdo de paz.

Sobre el conflicto, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se quejó por la decisión israelí y advirtió que la suspensión del envío de dinero por parte de EE.UU. a la organización traerá serias consecuencias para los programas que lleva a cabo la agencia de Naciones Unidas.

Pero el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, hizo caso omiso a las reacciones. «Construimos en Jerusalén porque es nuestro derecho y nuestra obligación, no es un castigo, sino el derecho fundamental de nuestro pueblo de construir su capital eterna», declaró Netanyahu ante el Knesset (Parlamento).

Agencias EFE, AFP y ANSA

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