19 de marzo 2012 - 00:00

Egipto: cristianos lloran a su papa y temen auge islamista

Una multitud de egipcios coptos desfiló ayer ante el cuerpo del papa Shenuda III en la catedral cairota de Abasiya, donde el caos de la aglomeración causó la muerte de al menos tres personas y heridas a cerca de 40 más.
Una multitud de egipcios coptos desfiló ayer ante el cuerpo del papa Shenuda III en la catedral cairota de Abasiya, donde el caos de la aglomeración causó la muerte de al menos tres personas y heridas a cerca de 40 más.
El Cairo - La muerte del papa de la Iglesia Copta de Egipto, Shenuda III, coloca a la minoría cristiana en una encrucijada, entre una situación política marcada por el avance islamista y la incertidumbre sobre la figura que los representará en el futuro.

«El momento en el que murió Shenuda supone un desafío para el Consejo Episcopal de la Iglesia Ortodoxa Copta, que tiene que elegir al nuevo papa en medio de una gran presión política», dijo ayer Ibrahim Ishaq, experto en libertad religiosa de la Iniciativa Egipcia para los Derechos Personales.

No en vano se trata de un período crucial para los cristianos egipcios, en el que se espera que se elabore la nueva Constitución del país y se elija en mayo a un presidente, dos asuntos que determinarán el futuro de los derechos de esta minoría dentro de una escena política dominada por los islamistas.

«Hace falta un papa que tenga el carisma de Shenuda y su capacidad para resolver conflictos», opinó este experto cristiano, que aseguró que visitará la catedral para despedirse del patriarca, cuyo cadáver estará expuesto al público hasta su funeral de mañana.

Y es que para los coptos, Shenuda III, que fue designado en 1971 como papa de Alejandría y patriarca de la Iglesia Copta Ortodoxa de San Marcos, no fue sólo un dirigente religioso, sino también una figura política a la que seguían muchos cristianos.

A juicio de Ishaq, en los últimos años la Iglesia Copta desempeñó el papel de representante político de los cristianos, ya fuera porque el Estado lo quería así o porque el papa deseaba proteger a su pueblo.

Ahora, y sobre todo después de la revolución del 25 de enero de 2011 que puso fin a la presidencia de Hosni Mubarak, varios jóvenes coptos comenzaron a ser activos en la vida política y a reivindicar más derechos para esta minoría, que supone en torno de un 10% de los 85 millones de egipcios.

Esta irrupción de los jóvenes activistas coptos en un escenario que hasta hace muy poco les era ajeno «podría ocupar el vacío que dejó Shenuda», consideró Ishaq.

Sin embargo, este analista está seguro de que es muy difícil que el próximo papa tenga la misma cultura, carisma e influencia sobre los coptos, por lo que pronostica que «el papel de la Iglesia en los asuntos terrenales va a disminuir».

Para evitar que se debilite la influencia que tenía la Iglesia bajo el mando de Shenuda, quien siempre apoyó a Mubarak como presidente, el Consejo Episcopal tendrá que tomar en cuenta los cambios políticos por los que atraviesa el país a la hora de elegir a su nuevo líder, afirmó el abogado Naguib Guibrael.

Este letrado, uno de los más activos defensores de los derechos de los coptos, confía en que el «mensaje de amor» que dejó Shenuda entre sus seguidores evite las diferencias que podrían surgir a la hora de elegir al próximo papa.

El Consejo Episcopal tiene previsto elegir dentro de dos meses al que será el papa número 118 de la Iglesia Ortodoxa Copta, y durante ese tiempo, el obispo de mayor edad, Bajomios, dirigirá de forma provisional la institución.

Para Ahmed Kamel, analista en el Centro Al Ahram para Estudios Políticos y Estratégicos, la misión del Consejo Episcopal no será sencilla, e incluso podría causar un conflicto interno entre los dirigentes de esta comunidad.

Según Kamel, los papables representan a tendencias muy diferenciadas: unos son reformistas y simpatizan con el islam político -que arrasó en las recientes elecciones legislativas al Parlamento- como los obispos Yuanas y Musa, y otros son radicales, como el obispo Bishoy, que tiene gran influencia en las provincias.

En los últimos días ya hubo tensiones en el seno de la Iglesia Copta, después de que algunos obispos se decantaran por apoyar en las próximas elecciones presidenciales a Abdel Moneim Abul Fotuh, de tendencia islamista moderada y exmiembro de la Hermandad Musulmana.

Hasta el proceso para elegir al próximo papa es objeto de polémica, ya que algunos prefieren seguir las tradiciones ortodoxas típicas de este nombramiento y otros quieren que el candidato sea alcanzado por consenso.

«De cualquier manera, no sería beneficioso un conflicto entre los propios cristianos en un momento en el que se debe evitar cualquier choque con los islamistas o con el Estado», aseguró Kamel.

Agencia EFE

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