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El Central obliga a los bancos a vender posiciones en dólares
• Redujo del 30% al 20% el límite que estaba vigente.
• Buscan descomprimir la presión en el mercado cambiario.
Esta decisión de Juan Carlos Fábrega era una de las alternativas que los bancos prácticamente descontaban, considerando el aumento que sufrió el dólar desde que la deuda entró en default selectivo. Esta suba hizo saltar al "blue" por encima de los $ 14, mientras que el "contado con liquidación" llegó hasta los $ 13, cuando no pasaba los $ 10 hasta fines de julio.
Con la reducción de la posición dolarizada del 30% al 20%, la estimación que se hacía ayer en el mercado es que la cifra involucrada significa alrededor de u$s 500 millones. La mayor parte de las ventas que deberían hacer los bancos son posiciones de bonos en dólares que mantienen en cartera. Esto aumentaría de manera significativa la oferta de títulos, con lo que se contrarrestaría la demanda creciente que se produjo en las últimas semanas. Otras opciones resultan menos probables, por ejemplo, que los bancos salgan a tomar préstamos en dólares de sus casas matrices para desprenderse de menos activos en moneda extranjera. Pero resulta improbable que lo consigan.
Esta medida del Central se suma a la suba de tasas decidida para captar más pesos a través de la emisión de Lebac y Nobac, además de la suba gradual que durante agosto fue llevando adelante en relación al dólar oficial.
En febrero, la reducción de la cartera dolarizada tuvo un fuerte efecto en el mercado, lo que permitió bajar el "blue" desde $ 13 a menos de $ 10,50. Pero en aquel momento, las entidades no tenían límite para mantener posiciones dolarizadas, con lo cual la reducción al 30% del patrimonio implicó una elevada suma. Ahora el efecto será menor, pero igual el impacto se sentirá en el mercado. En anteriores oportunidades, era la ANSES la que salía a vender bonos en dólares que mantiene en cartera. Pero ahora se obliga a que sean las propias entidades las que se desprendan de sus títulos.
A través de la Comunicación "A" 5.627, se dispuso que la adecuación se lleve adelante a lo largo de septiembre, por lo que el efecto se irá sintiendo a lo largo de los próximos días. El Central persigue dos objetivos: que baje la presión sobre el dólar, pero al mismo tiempo que disminuya la brecha cambiaria, que volvió a rozar niveles del 70%. Esto genera distorsiones, acelerando la demanda de divisas para ahorro o turismo o al mismo tiempo bajando la liquidación de dólares de exportadores, a la espera de un mejor tipo de cambio.
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