21 de enero 2014 - 00:00

El croar de un capitán

El croar de un capitán
Uno de los elementos fundamentales que transparentan los mercados es la libre difusión de sus precios. Dada su función social, la prensa económica tiene la obligación de difundirlos, así sus seguidores pueden actuar en consecuencia. Dejando de lado el "horror democrático" de un gobernante favoreciendo la censura a la prensa, si el argumento para advocar la prohibición de la publicación de los precios es que se trata de un mercado ilegal y el burócrata en cuestión no hace otra cosa que croar sin tomar medidas contra él, en una auténtica república será sancionado legalmente por incumplimiento de los deberes de funcionario público. Los mercados son mecanismos sociales de distribución donde los actores participan libremente, por eso el comercio de drogas, la trata de blancas, la compraventa de artículos robados, el lavado de dinero, etc. (donde existen monopolios por un lado, dependencia por el otro y violencia en general) no son "mercados". Esto no significa que algunos participantes de un mercado libre -digamos de cambios- no puedan ser "lavadores" o "traficantes" (en un país de consumo/tránsito, con un PBI entre u$s 450/500 millones, podrían exportar billetes por unos u$s 10-20 millones diarios), pero entonces y aunque sólo sea para no ser sospechado de "cómplice" (o "memo"), el deber del Estado y sus capitanes es perseguirlos y no "croar" haciendo más opaco al mercado, lo que sólo beneficia a los cacos.

Hace 2.500 años el coro de "Las Ranas", de Aristófanes, le advertía al tocayo de quien esto escribe hace casi 20 años que "tratamos a los políticos como a la moneda, escondemos la buena y sólo circula la peor". Feriado en los Estados Unidos en homenaje a Martin Luther King.

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