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El Gobierno amenaza con reestatizar las eléctricas

Jorge Capitanich
Capitanich hizo estas declaraciones luego de un encuentro con los representantes de Edenor y Edesur en el que participaron también el subsecretario de Planificación, Roberto Baratta, porque Julio De Vido está en Brasil. Por su parte, el titular de Planificación dijo desde San Pablo: "Así como lo hicimos con Aerolíneas Argentinas, el Correo, AySA e YPF, no nos va a temblar el pulso para tomar las decisiones que correspondan si Edenor y Edesur no cumplen con la restitución del suministro eléctrico en forma inmediata".
Con este planteamiento, el Gobierno descartó definitivamente el proyecto de aplicar cortes rotativos de luz que Capitanich había mencionado como alternativa el miércoles. La idea fracasó porque a primer nivel oficial preocupó la asociación con las interrupciones programadas que se realizaron durante el Gobierno de Raúl Alfonsín.
Hubieran sido un recurso capaz de aliviar la presión sobre las redes eléctricas y, con eso, disminuir la cantidad de cortes prolongados, aunque tenía en contra la dificultad de tener avisado al público con antelación debido a que las interrupciones debían dispararse ante determinada temperatura y nivel de la demanda.
Luego de la definición del Gobierno, los peligros de nuevas fallas en el suministro seguirán vigentes mientras no baje la temperatura. Por otra parte, como los pronósticos indican que las marcas térmicas seguirán subiendo por lo menos hasta el 24, persiste la amenaza de cortes extendidos y prolongados que afecten a los domicilios durante la Navidad como ya ocurrió en los dos años anteriores.
Tras cierto alivio en la temperatura desde la tarde del miércoles hasta ayer, Edenor indicó que "más del 99%" de sus clientes cuenta con suministro, y que todo el personal está trabajando "para solucionar cuanto antes los casos puntuales". Por su parte, Edesur expresó que "se está trabajando con las últimas fallas que están pendientes". También expresó que a partir de los sucesos de los últimos días se identificaron "puntos sensibles" de la red para los que "se proyectarán obras, avanzando sobre el plan de inversiones 2014". Ambas empresas suspendieron, además, los asuetos del 24 y 31 para el personal.
Estos preparativos y la fuerte presión del Gobierno pueden ayudar a que las empresas tengan más cuadrillas disponibles para las reparaciones durante las fiestas, a que mejore la atención telefónica o a que haya más premura para solucionar las averías. Sin embargo, el problema de fondo es el deterioro de los cableados y la falta de nuevas instalaciones que acompañaron el crecimiento de la demanda de los últimos años.
Las empresas se escudan en que con tarifas casi congeladas en 10 años, los recursos para la inversión fueron disminuyendo, mientras el Gobierno busca no quedar responsable frente al público. Pero faltó una renegociación de los contratos que fijara obras obligatorias y asegurara ingresos para afrontarlas junto con una ganancia razonable. Eso había prometido un año y medio atrás el actual ministro Axel Kicillof, que está muy callado en esta coyuntura.
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