22 de junio 2015 - 00:00

El Papa apuntó contra la UE por tratar a inmigrantes como “mercancías”

Durante su viaje a Turín, norte de Italia, Francisco  repudió, además, “la economía del desecho”.
Durante su viaje a Turín, norte de Italia, Francisco repudió, además, “la economía del desecho”.
  Turín - El papa Francisco llamó ayer a los occidentales a no tratar a los inmigrantes como si fueran "mercancías", durante su primera visita a Turín, en el Piamonte, norte de Italia.

"El espectáculo de los últimos días, de esos seres humanos tratados como mercancías, hace llorar", afirmó el Papa al dirigirse a representantes del mundo del trabajo, en la Piazzetta Reale.

En momentos en que la Unión Europea (UE) se encuentra dividida respecto de su acogida, Francisco condenó una vez más las manifestaciones de rechazo a los inmigrantes, en particular en el norte industrial italiano.

"Si la inmigración aumenta la competencia (económica), no se puede culpar (a los migrantes) de ello, porque son víctimas de la injusticia, de la economía del rechazo y de las guerras. ¡Los seres humanos no deben ser tratados como mercancía!", aseguró.

En el momento más religioso de su visita, el Sumo Pontífice se recogió ante el Santo Sudario, la tela que habría envuelto el cuerpo de Jesús y que se encuentra en exposición al público en la catedral de San Juan Bautista hasta el 24 de junio.

Desde el 19 de abril, 1,2 millón de visitantes se han acercado a ver el Santo Sudario, al que Francisco, al igual que sus antecesores, prudentemente calificó como un 'icono', representación que permite a los creyentes acercarse al misterio de la Pasión de Jesucristo.

El Papa criticó además algunos de los males de Italia: "No a la corrupción, que hoy es tan frecuente que parece haberse convertido en un comportamiento normal, no a las conexiones mafiosas, a las estafas, a los sobornos".

"No a una economía del desecho", añadió, afirmando que se excluye rápidamente a quien no produce, siguiendo el modelo de "usar y tirar".

En su homilía en la plaza Vittorio, Francisco conmovió a los piamonteses al recurrir a símbolos fuertes de la cultura regional, de la que su abuela Rosa le hablaba en Buenos Aires cuando él era niño.

Durante el ángelus, el Santo Padre se ganó muchos aplausos al declararse "nieto" del Piamonte, ante unos 60.000 fieles entusiastas en el centro de Turín.

Con un almuerzo privado con detenidos, personas sin techo y una familia gitana, celebró el bicentenario de San Juan Bosco, gran figura del catolicismo italiano y del Piamonte, "apóstol de los jóvenes", que se dedicó a la educación de los niños desfavorecidos y fundó la congregación de los salesianos.

Agencias AFP, Reuters, ANSA, EFE y DPA

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