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“Escribo una sola novela en diferentes formas”
El escritor español llegó al país para presentar “Eva” en la Feria del Libro. En octubre lanzará una nueva aventura de Falcó en medio de la Guerra Civil, con Pablo Picasso. Recibió propuestas para hacer con “Falcó” una serie de TV pero, sostiene, “no se le puede poner a Falcó la cara del actor de la serie”.
P.: Falcó cambió de bando, pasó de republicano a franquista, pero no tiene el fanatismo de los conversos.
A.P-R.: Eso es deliberado. Los años 30 fueron de polarización política. Todos eran o nazis, fascistas, comunistas, socialistas o anarquistas. Y había gente honrada que creía que ese era el camino para cambiar el mundo. Aún no se sabía de Auschwitz ni de Gulags, y que eso era fatal. Y ahí está Falcó que dice a mí me gustan las aventuras, las mujeres, el peligro, la vorágine, vivir intensamente. Un aventurero puro y un amoral. No es como Alatriste, que es un soldado que ha tenido fe y al que la vida lo ha desojado de inocencia, que tiene reglas y códigos. Falcó no. Falco es un sinvergüenza desde pequeño, ese golfo que se acostaba con la criada mora. El niño bien bala perdida. Para que el público lo aceptara lo hice simpático, guapo, elegante, seductor, alguien con quien ir a tomar copas.
P.: El nudo de "Eva" es el oro de España que los republicanos mandan a Moscú.
A.P-R.: Eso es real, pero me gusta hacer trampas con la historia, modificar hechos. Es lo de Alejandro Dumas: jugar con la historia real, meter datos de contrabando, falsificar personajes, que el de ficción se encuentre con Richelieu. Pero hay algo más. Un desafío de estas novelas. En la revisión actual de la Guerra Civil todos los buenos son republicanos y los nacionales malos. Antes era al revés. Me gusta ir a contracorriente. Falco va a ser un héroe franquista. Y mostrar que todos eran igual de hijos de puta. Algo que recién ahora se empieza a decir. Eso de que los míos no tienen defectos y los otros los tienen todos es algo muy español, y muy argentino. Quise romper con eso.
P.: ¿Qué considera lo esencialmente revertiano?
A.P-R.: Los personajes de mis novelas, todos ellos, tienen la lucidez de saber que el mundo es un lugar peligroso, lleno de elementos hostiles y que para sobrevivir hay que generar códigos y reglas de supervivencia. Tienen una mirada que hace imposibles ciertas ingenuidades. Unos como Falcó son cínicos, escépticos; otros como Alatriste , desesperados. Cuando era jovencito y estudiaba latín y griego tuve que traducir el "Anábasis" de Jenofonte, la historia de eso diez mil mercenarios griegos al servicio del rey de Persia que deciden volver a su tierra. Van por territorio enemigo y saben que no pueden permitirse perder porque si los derrotan serán liquidados. Mis personajes son héroes de Jenofonte. Son soldados en territorio enemigo que intentan llegar a algún sitio, a la vejez, la soledad, al amor, a la riqueza. Como reportero de guerra me he sentido muchas veces en territorio enemigo. En 1977 en la Guerra de Eritrea. Estaba junto a las guerrillas. Eso no tenía solución, había que huir a Sudan. Salimos 50 y llegamos 14. Un mes entero andando de noche, peleando por nuestra vida. Yo era uno de los soldados de Jenofonte, y eso no se olvida, está presente en toda mi obra. Yo digo que escribo una sola novela en diferentes formas, en distintos capítulos, pero en un mismo territorio, que es el mío. Hay amor, violencia, sexo, éxito, soledad, fracaso, guerra, coraje y más, y no se salen de ese territorio. Es mi coherencia como narrador.
P.: Después de "Eva", ¿qué nos espera?
A.P-R.: Una nueva aventura de Falcó en medio de la Guerra Civil. Esta vez tendrá que vérselas con Pablo Picasso. Saldrá en Octubre. Aun no sé si habrá una cuarta novela. Por mi edad hay novelas condenadas a que no las escriba nunca, por eso no quiero equivocarme con lo que emprendo. Tengo propuestas para hacer con "Falcó" una serie para televisión. Eso es peligroso. No se le puede poner a Falcó la cara del actor de la serie. Cuando se asiente en el imaginario general podrá ser, como lo fue con Alatriste.
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