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España, tensa: se moviliza ahora la ultraderecha contra el separatismo de Cataluña
Los independentistas denunciaron la llegada de 4.000 policías a la región como un golpe y acusaron al Gobierno central de incentivar incidentes. El país se adentra en la peor crisis institucional en décadas.
"Nos dice el Gobierno que no hay policías para proteger a cientos de cargos electos en Zaragoza. Que están en Cataluña persiguiendo urnas", escribió en Twitter Pablo Echenique, secretario general de Podemos en Aragón.
La alianza reiteró ayer su postura desde el inicio del movimiento independentista: debe celebrase la consulta bajo acuerdo con el Gobierno central. Para ello instó una vez más a la segunda fuerza del país, el opositor Partido Socialista obrero Español (PSOE) a forzar la salida de Rajoy y formar un Ejecutivo que garantice al derecho a la autodeterminación de las comunidades autónomas.
En Twitter, Puigdemont aprovechó la ocasión para destacar que las manifestaciones independentistas, "con millones de personas", no habían dado lugar a incidentes en Cataluña. "En cambio, hoy en Zaragoza...", ironizó.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, mostró su apoyo a Barba. "Hay quienes a falta de argumentos, utilizan la violencia contra quienes defienden el diálogo", escribió.
La agresión contra esta responsable, favorable a que los catalanes se pronuncien en las urnas, ilustra la creciente tensión en España a medida que se acerca el 1 de octubre, fecha en que el Gobierno catalán ha organizado la consulta, prohibida por la Justicia.
Ayer, en Zaragoza, los ultras cantaron consignas amenazantes. "Pablo Iglesias, te vamos a matar" fue una de ellas.
Mientras tanto, en 500 zonas de Cataluña, los simpatizantes de la independencia de Cataluña se congregaron en contra de las iniciativas policiales y judiciales apoyadas por el Gobierno de Rajoy para tratar de impedir el referendo.
Varios miles de manifestantes se reunieron en el centro de Barcelona cantando "¡Votaremos!" y mostrando boletas. La multitud abucheó a un helicóptero de la Policía durante los discursos de los organizadores de la protesta, en un momento de creciente irritación entre los nacionalistas catalanes por el aumento de la presencia policial en la región.
En declaraciones a la multitud en Barcelona, la presidenta del Parlamento catalán, Carme Forcadell, dijo que deben resistir las "provocaciones" del Gobierno central. "Quieren hacer ver que aquí hay violencia, pero no la hay, no la habido y no la habrá", dijo.
Desde el viernes, entre 3.000 y 4.000 agentes de otras regiones de España llegaron a Cataluña. Están alojados en buques fletados por el Ministerio de Interior. Decenas de personas con banderas españolas fueron ayer a mostrar su apoyo, llevándoles comida.
Esta semana, la Fiscalía de Cataluña comunicó a todas las fuerzas policiales -incluida la policía catalana, los Mossos d'Esquadra- que se situarían temporalmente bajo una única cadena de mando y que reportarían directamente al Ministerio del Interior.
El presidente de la entidad independentista Asamblea Nacional de Cataluña (ANC), Jordi Sánchez, acusó al Gobierno de Rajoy de estar "haciendo un auténtico golpe de Estado".
"Están muy nerviosos porque llevan miles de horas invertidas en buscar el tesoro democrático más bien guardado en este país: las urnas. Y no las encuentran porque cuando un
pueblo quiere preservar el tesoro de la democracia no hay Guardia Civil ni fiscal ni juez que pueda descubrir dónde están", afirmó.
Ayer, las entidades independentistas dijeron haber repartido un millón de boletas. Puigdemont dijo tener preparadas 6.000 urnas para el referéndum del domingo sin revelar el lugar donde se encuentran.
Agencias AFP, ANSA y Reuters, y Ámbito Financiero |
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