Firman paz comercial (por ahora) con Uruguay

La Argentina y Uruguay cerrarán hoy en Buenos Aires un acuerdo de caballeros, por el cual el país vecino prácticamente no sufrirá consecuencias en sus exportaciones por la aplicación, desde la semana que viene, de las Licencias No Automáticas (LNA). Sólo en casos particulares, que serán avisados con tiempo, podría ejecutarse alguna traba, la que no debería afectar el grueso del comercio bilateral. Además, según prometió la Argentina, se pondrá en práctica de manera automática una comisión bilateral de seguimiento de la medida para que ésta no provoque resultados negativos. De la evolución de este monitoreo debería despejarse la sospecha uruguaya que las nuevas LNO no provocarán una pérdida de u$s 100 millones a los exportadores uruguayos.

El acuerdo será ratificado hoy por los presidentes José Mujica y Cristina de Kirchner, cuando esta última reciba al visitante en la Casa de Gobierno. Ayer, en Uruguay, Mujica dijo que se debe «cuidar» la relación con la Argentina, país al que Uruguay destina el 20% de sus exportaciones.

«Hay planteos de poco más declararle la guerra a la Argentina. Desde el punto de vista de los ingresos, el número de argentinos que llegó durante el verano a Uruguay, que pasaron por el puente Gualeguaychú-Fray Bentos, gastó un disparate, se necesita de una atmósfera que lo rodee y eso se construye», sostuvo Mujica, rechazando que, al menos por ahora, se provoque un revival del conflicto Botnia por la aplicación de estas LNA. En un intento por llevar calma a los socios del Mercosur, desde Industria se remarcó que las Licencias No Automáticas «persiguen el objetivo de monitorear las importaciones desde extrazona y de ninguna manera están dirigidas a obstaculizar el comercio» con los países de la región, según insisten desde Buenos Aires.

Con ese objetivo, la Casa Rosada propuso la creación de Grupos de Seguimiento a nivel regional integrados por coordinadores en el ámbito de los respectivos Ministerios de Industria.

Estos grupos intercambiarán información sobre el estado de situación de los trámites y se reunirán de manera periódica para analizar la evolución del intercambio. En el caso de Uruguay, el grupo funcionará en el ámbito de la Comisión Bilateral creada por los presidentes en el encuentro de Anchorena, en junio de 2010.

Mientras Mujica buscará resolver el problema en su charla cara a cara con Cristina, ordenó a sus funcionarios no montar una escalada con Buenos Aires. Los partidos de la oposición y empresarios uruguayos presionan al mandatario para que, por el contrario, endurezca su postura.