Freno para autos de alta gama

«Si hay una medida incomprensible del Gobierno, es esta», comentó ayer desconcertado un importador de autos. Es que después de varias semanas de incertidumbre, los empresarios del sector tuvieron la respuesta del Gobierno a las trabas informales que se venían aplicando al ingreso de vehículos. Y no fue buena. Con la Resolución 45 publicada ayer en el Boletín Oficial se oficializó un cambio en la política para este rubro, ya que desde ahora los vehículos de alta gama que se importen de extrazona (fuera del Mercosur y México) ingresarán al sistema de licencias no automáticas que en la práctica implica la imposibilidad de importación.

La medida alcanza a 0 km importados de más de 3 litros de cilindrada en el caso de los nafteros y de más de 2.5 para los diésel de, especialmente, Audi, BMW y Mercedes -que dominan este mercado- y Honda, Mitsubishi, Alfa Romeo, Hyundai, Subaru, Chrysler, entre otras marcas.

Ayer, en cada una de esta empresas se analizaba el alcance de la resolución y los pasos por seguir que van desde el pedido de entrevistas con la ministra de Industria, Débora Giorgi, y el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, hasta del inicio de acciones legales. También se cree que puede haber represalias comerciales de países como Alemania (las tres empresas más afectadas son de ese origen) que tienen importantes inversiones en el país. Lo llamativo es el argumento utilizado precisamente por Giorgi para justificar la nueva norma: el de proteger la industria nacional y sustituir importaciones. Si bien en otros sectores puede tener sentido, los empresarios aseguran que es impensable que una marca decida producir en el país algunos de estos modelos ya que su volumen de ventas no justifica una radicación industrial.

«Se castiga a un segmento premium, de autos de lujo, sin ningún sentido y que además ya pagan un arancel del 35%», se quejó otro empresario.

En realidad, la explicación que Moreno le dio a un importador parece más lógica: «No quiero nada que presione sobre el dólar» (ver aparte).

La discusión entre el Gobierno y los importadores gira en torno a una parte del 6% del mercado. En 2010, de los patentamientos registrados en el país, un 37,8% correspondió a vehículos de producción nacional. Desde Brasil ingresó un 48,5% y otro 7,3% desde México. Los 0 km que llegan de estos dos países, debido a acuerdos comerciales, no pagan aranceles de importación. De mercados de extrazona (que pagan un 35% de arancel) se importó un 5,93%.

De ese 5,9%, 4,1 puntos corresponden a modelos importados por las propias fábricas que producen en la Argentina e ingresan autos de Estados Unidos, Europa o Asia para completar la gama. El 1,8 restante es importado por empresas que no fabrican en el país.

Desde hace unas semanas estaban trabadas las importaciones de esos dos grupos por cuestiones burocráticas. Ahora, al aparecer la Resolución 45, se redujo el volumen de vehículos y se fijaron nuevas reglas de juego. De todas maneras, la preocupación de los empresarios se debe a que una vez ingresado en el listado de productos que requieren licencias no automáticas con un cambio de posición arancelaria pueden sumar más modelos.

A esto se agrega que se subió el piso para lo que se conoce como impuesto al lujo y también a autos gasoleros. Pasó de $ 180.000 a $ 212.500. Es decir, un vehículo premium y gasolero tiene un extra del 25 por ciento.