2 de febrero 2015 - 00:00

Gobierno rechaza cambiar Ganancias

Carlos Tomada
Carlos Tomada
 El Gobierno no prevé en el corto plazo anunciar cambios en el Impuesto a las Ganancias, uno de los reclamos principales de las centrales obreras, ni impulsar una reforma del código laboral. Lo dijo el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, quien minimizó el impacto del gravamen en el sector asalariado al indicar que "es un tema de la agenda de siete, diez gremios".

Las quejas por el impacto del tributo figuran al tope de las prioridades para los sindicatos opositores, que durante enero fijaron como piso para sus reclamos salariales de este año el 35% como cobertura de la inflación y también en compensación por el peso del impuesto. Lo hicieron semanas atrás los gremios del transporte, y el último jueves también Hugo Moyano (CGT opositora) y Luis Barrionuevo (versión Azul y Blanca) en una cumbre que compartieron en Mar del Plata.

La última modificación de fondo a Ganancias resuelta por el Gobierno fijó en 15 mil pesos de sueldo en bruto el mínimo no imponible y congeló el universo de asalariados alcanzados por el pago del tributo. Así, los trabajadores que el año pasado obtuvieron aumentos que llevaron sus ingresos por encima de ese monto no quedaron alcanzados por el impuesto. Sin embargo, los que en 2013 pagaban el gravamen, si recibieron aumentos el año pasado seguramente subieron su escala tributaria, y lo mismo con los eventuales incrementos de este año. El Ejecutivo informó que un millón de trabajadores son los impactados por Ganancias, es decir, el 10% de los asalariados formales de la población económicamente activa.

"No es un problema del conjunto de los trabajadores. No tengo esa sensación. De los gremios, tampoco. Comprendo que mediáticamente se ve así, pero en el día a día, y yo hablo con todos, es un tema de la agenda de siete, diez gremios", dijo Tomada. El funcionario fue más allá y detalló que el peso de Ganancias afecta a gremios como "petroleros, marítimos, camioneros y alguna franja metalúrgica", pero agregó que "no es un reclamo de (el personal de) la carne, el vidrio, el plástico", entre otros.

Tomada recordó que a fin del año pasado Cristina de Kirchner dispuso por decreto la exención en el pago del impuesto sobre el medio aguinaldo: "Acabamos de tomar una medida hace dos meses y eso tranquilizó el reclamo. Veremos cómo transcurre el tema en 2015. Por ahora no hay nada para anunciar".

De paso, desalentó un proyecto oficial de reforma laboral, como había trascendido meses atrás de fuentes oficiales, y aclaró que de momento se trata de una iniciativa del diputado oficialista Héctor Recalde. Dijo al respecto que "ordenar una legislación dispersa siempre es útil", pero remarcó: "No está hoy en consideración".

El funcionario sostuvo que el primer mes del año "ha sido el más tranquilo en comparación con otros años" respecto de la conflictividad laboral, y ninguneó las advertencias surgidas de la cumbre entre Moyano y Barrionuevo: "Es una actividad social que todos los años realizan. Eran 20 gremios". Los organizadores habían informado que el cónclave, en el hotel Presidente Perón del sindicato gastronómico, había reunido a cerca de 80 organizaciones sindicales. Sobre los planteos de posibles paros y reclamos por encima del 35% de aumento, Tomada evaluó que "para eso son sindicatos opositores, para oponerse a todo".

Anticipó que al igual que "los últimos doce años" las paritarias de 2015 se desarrollarán "sin pisos y sin techos" y admitió que en todo caso tendrán como característica saliente "cierto sesgo a partir del proceso electoral". "Pero creo que no va a incidir" en el resultado de las negociaciones, aclaró.

Frente a los reclamos anticipados por algunos sindicatos, el ministro respondió que "la inflación está descendiendo, lentamente pero descendiendo", y que el escenario para las negociaciones será distinto del de 2014, cuando el Gobierno convalidó una devaluación del peso que tuvo su correlato "con aumentos especulativos de precios".

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