«Una cosa es que llueva o no y otra cosa es el impacto de la sequía, que se agravó por el efecto de las medidas del Gobierno. Si la diferencia que les han sacado a los productores se hubiese invertido en sistemas de irrigación, más de cinco millones de hectáreas se hubieran podido regar». La afirmación corresponde a Javier González Fraga, ex titular del Banco Central que dirige muchas de sus críticas hacia la actividad de la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (ONCCA), a la que caracterizó como «una institución aberrante».
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El dirigente reprochó el enfoque de desacoplar los mercados internos de los internacionales por medio de las retenciones y restricciones a la exportación: «Tenemos que crecer con negocios internacionales y hacer de la exportación nuestra locomotora de desarrollo. La Argentina, por su naturaleza, está condenada a ser una potencia agroindustrial. Hay que diseñar una estrategia de desarrollo. Si no somos capaces de hacerlo nosotros, el mundo nos lo impondrá de otra manera», indicó días atrás durante una jornada de CREA realizada en la localidad bonaerense de Azul.
Mejoría
En lo que refiere al ámbito agropecuario, González Fraga prevé un escenario con síntomas de mejoría: «Algunas actividades estarán mejor y otras peor. La soja vuelve a ser la niña bonita a pesar de las altas retenciones. La lechería, en la medida que sea de exportación, podría vislumbrar una posible recuperación», señaló.
Pronósticos
Asimismo, apuntó a un posible aumento del valor de la carne para el próximo lustro y la reducción de algunas normas que tienen amordazadas a la lechería y la ganadería: «La leche (en polvo) ha rebotado de u$s 1.700 a u$s 2.300 por tonelada, y la Cuota Hilton pasó de u$s 8.000 a u$s 13.000 por tonelada», distinguió.
No obstante, insistió en que la sequía y la falta de inversión son los factores que frenan el crecimiento agropecuario, sumados a la falta de medidas adecuadas desde el sector oficial.
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