11 de mayo 2016 - 00:00

Hollande sacará reforma laboral por decreto

  París - Confrontado a la rebelión de diputados de izquierda, el Gobierno socialista francés decidió ayer hacer adoptar sin voto del Parlamento una nueva ley laboral, contra la cual se multiplican las manifestaciones desde hace dos meses.

El presidente socialista François Hollande convocó a primera hora de la tarde un consejo de ministros extraordinario que autorizó el recurso a un artículo de la Constitución, el 49.3, que permite evitar el voto parlamentario invocando la responsabilidad del Gobierno.

En tal caso, la ley es adoptada salvo si se presenta y adopta una moción de censura al Ejecutivo.

El primer ministro Manuel Valls anunció poco después en la Asamblea Nacional (Cámara baja) el recurso a ese artículo, argumentando que "la reforma debe hacerse" y "el país debe avanzar".

Esta reforma laboral desató las mayores protestas sociales desde que Hollande asumió la presidencia en 2012.

Desde el 9 de marzo, sindicatos de asalariados y de estudiantes organizaron media docena de manifestaciones nacionales, algunas de las cuales dieron lugar a enfrentamientos con la Policía.

Compartiendo las inquietudes de los manifestantes, varias decenas de diputados de izquierda indicaron que no votarían a favor del texto.

Dado que sin ellos no tendría mayoría, el Gobierno decidió recurrir al artículo 49-3 de la Constitución.

La oposición de derecha presentó inmediatamente una moción de censura, que será debatida mañana, y exhortó a los diputados de izquierda hostiles al proyecto a ser "coherentes" y a votarla. Los comunistas y el dirigente de la izquierda radical Jean-Luc Mélenchon llamaron también a censurar al Ejecutivo.

Los diputados socialistas llamados "rebeldes", por oponerse al giro liberal de la política de Hollande, podrían ser reticentes a hacer caer al Gobierno, pero esa hipótesis no está totalmente excluida. Según Hollande y Valls, el proyecto de ley laboral apunta a dar mayor flexibilidad a las empresas para luchar contra el desempleo.

Sus detractores señalan, sin embargo, que flexibiliza las regulaciones de la jornada laboral y modifica las normas sobre las indemnizaciones por despido, violando derechos adquiridos de los trabajadores.

El movimiento Nuit Debout (Noche en Pie), inspirado en los indignados españoles que desde fines de marzo ocupan la Place de la République, habló de un "insulto al pueblo francés" mientras que siete sindicatos (CGT, FO, FSU, Solidaires, UNEF, FIDL y UNL) anunciaron una quinta jornada de movilización para mañana.

Agencias AFP, ANSA y DPA

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