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Indican que a pesar de las inundaciones no bajaron los alquileres
Distinta es la situación en los campos incendiados donde la productividad de la tierra fue seriamente afectada.

REPUNTE PRODUCTIVO. En gran parte de las zonas agrícolas afectadas el clima mejoró y se esperan buenos rendimientos para los cultivos.
En cuanto a los campos que se encuentran alejados de lagunas y canales "se ha presentado una valorización, ya que estos inmuebles cuentan con un buen drenaje natural", detallan.
Hablando de cifras, se considera que los valores de los arrendamientos han bajado en algunas áreas puntuales, pero en general subieron pero no más de un 5% respecto al año pasado.
Distinto es el escenario en La Pampa, donde como consecuencia de fuertes tormentas eléctricas reincidentes, se consumieron miles de hectáreas de pasturas y bosques debido a nuevos focos de incendios forestales. Las estimaciones indican que en 10% de la superficie del territorio se calcinó.
Los campos en sí, estarán en condiciones de recibir nuevamente la hacienda en la próxima primavera (si se cumple el período habitual de lluvias). Las complicaciones se encuentran en la pérdida de materiales que aportan a la valoración de los campos -aproximadamente en un 30%- como lo son los alambrados, corrales, aguadas, molinos, mangas y divisiones, entre otros. En consecuencia, ante la falta de infraestructura baja sustancialmente la valorización de los establecimientos.
Además, después de un incendio se degrada la calidad del suelo porque el calor ataca a los nutrientes y elimina a los organismos que ayudan a descomponer la materia. Por consiguiente, se transforma en un suelo infértil y aquí la desvalorización es estrepitosa.
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