Indican que a pesar de las inundaciones no bajaron los alquileres
Distinta es la situación en los campos incendiados donde la productividad de la tierra fue seriamente afectada.
Después de las inundaciones e incendios que afectaron a gran parte de la región productiva nacional, se comenzaron a evaluar las consecuencias a mediano plazo, más allá de las concretas pérdidas productivas.
El contenido al que quiere acceder es exclusivo para suscriptores.
Aquí el valor de los campos cumple un rol fundamental porque por supuesto, aquellas zonas sensibles a inundaciones pierden valor de mercado inmediato. Al respecto desde la firma tasadora Serinco explican: "En la provincia de Buenos Aires, en los partidos de Pergamino, Colón, Rojas y Salto, podemos estimar que los valores en los inmuebles rurales no se van a ver sumamente afectados, no van a tener mayor variación ya que en su mayoría son cañadas (terrenos bajos) que se usan para pastoreo vacuno".
Aquí la clave es que, más allá de la real falta de obras hídricas y caminos rurales en la zona, durante diciembre y enero se registró un nivel de precipitaciones muy superior a la media. Afortunadamente las lluvias cesaron y el agua bajó, por lo que ahora el estado de los campos, en líneas generales, es bueno.
En Santa Fe, la cuestión en mucho más compleja porque las pérdidas productivas fueron todavía más contundentes. Ahora, con la declaración de Emergencia Agropecuaria está llegando la ayuda correspondiente a los productores afectados, a la par que el Gobierno provincial prometió encarar un plan de obras en el corto plazo.
En este contexto, los valores de los arrendamientos agrícolas de los campos cercanos a ríos y arroyos experimentan un decrecimiento pero según el equipo de Serinco, es simplemente "momentáneo" y la concreción de obras de infraestructura cumple un papel fundamental.
En cuanto a los campos que se encuentran alejados de lagunas y canales "se ha presentado una valorización, ya que estos inmuebles cuentan con un buen drenaje natural", detallan.
Hablando de cifras, se considera que los valores de los arrendamientos han bajado en algunas áreas puntuales, pero en general subieron pero no más de un 5% respecto al año pasado.
Distinto es el escenario en La Pampa, donde como consecuencia de fuertes tormentas eléctricas reincidentes, se consumieron miles de hectáreas de pasturas y bosques debido a nuevos focos de incendios forestales. Las estimaciones indican que en 10% de la superficie del territorio se calcinó.
Los campos en sí, estarán en condiciones de recibir nuevamente la hacienda en la próxima primavera (si se cumple el período habitual de lluvias). Las complicaciones se encuentran en la pérdida de materiales que aportan a la valoración de los campos -aproximadamente en un 30%- como lo son los alambrados, corrales, aguadas, molinos, mangas y divisiones, entre otros. En consecuencia, ante la falta de infraestructura baja sustancialmente la valorización de los establecimientos.
Además, después de un incendio se degrada la calidad del suelo porque el calor ataca a los nutrientes y elimina a los organismos que ayudan a descomponer la materia. Por consiguiente, se transforma en un suelo infértil y aquí la desvalorización es estrepitosa.
Dejá tu comentario