Inédito: Iglesia y Raúl Castro negocian por los presos políticos

La foto, divulgada por el Gobierno cubano, muestra a Raúl Castro en pleno diálogo con los mediadores de la Iglesia Católica. Los grupos disidentes de la isla tienen esperanza de que las gestiones deriven en liberaciones de presos políticos.

La Habana - El dictador de Cuba, Raúl Castro, se declaró dispuesto a resolver la situación de los presos políticos en un inédito encuentro con la alta jerarquía de la Iglesia Católica, que media entre las autoridades y la oposición.

«Ese tema se tocó y creo que de ambas partes hay disposición. Deseo que se resuelva y esperamos que eso sea así. Creo que será así», reveló ayer el líder de la Conferencia Episcopal, monseñor Dionisio García, quien acudió a la reunión el miércoles con el cardenal Jaime Ortega.

Monseñor García, arzobispo de la oriental provincia Santiago de Cuba, dijo creer que se tratará de «un proceso», al ser consultado sobre la posibilidad de un acuerdo para una pronta liberación de prisioneros políticos, unos 200 según la oposición.

«Creo que será un proceso y ese proceso tiene que comenzar con pequeños pasos y esos pasos se darán. Hay buena voluntad y nosotros esperamos que sí; esa conversación fue en esa línea», subrayó el prelado, quien destacó la «disposición de resolver la situación» de los presos por parte de Raúl Castro.

García comentó que el tema es preocupación constante de la Iglesia, pero desde la muerte del disidente Orlando Zapata, el 23 de febrero tras 85 días de huelga de hambre, «se habló de la necesidad» de lograr un pronto «entendimiento».

Un día después de esa muerte, que desató críticas de la Unión Europea, Estados Unidos y algunos gobiernos latinoamericanos, el opositor Guillermo Fariñas, un psicólogo y periodista de 48 años, inició un ayuno para exigir la liberación de 26 presos políticos enfermos.

«Estamos esperando que venga la propuesta y decidiremos cuál es la conducta a seguir», dijo Fariñas desde el hospital donde sigue su huelga en Santa Clara (280 km al este de La Habana), consultado por teléfono sobre si depondrá la huelga en caso de que la Iglesia logre la libertad de algunos presos.

El encuentro, primero entre Raúl Castro y los jerarcas católicos para tratar la situación del país, ocurrió tres semanas después de que la Iglesia medió para que el Gobierno evitara hostigamientos y levantara su prohibición a las Damas de Blanco -esposas de prisioneros políticos- de marchar en reclamo de la libertad de los presos.

La reunión, anunciada ayer en un breve comunicado en el diario Granma, antecede la visita del canciller del Vaticano, monseñor Dominique Mamberti, del 16 al 20 de junio, la cual despertó en la disidencia expectativas en torno a la posibilidad de una liberación de presos.

«Esto es muy importante, porque muy próximamente viene el canciller y porque en estos momentos la Iglesia está sirviendo de intermediaria. Se está valorando la libertad de los presos. Tenemos muchas esperanzas, aunque también reservas», dijo la líder de las Damas de Blanco, Laura Pollán.

Ante las críticas y el clamor internacional por la liberación de presos políticos, Raúl Castro afirmó el pasado 4 de abril que «no cederá al chantaje» de las huelgas de hambre, y acusó a Estados Unidos y a sus aliados europeos de una campaña para difamar a la revolución y de financiar a los «mercenarios».

Pero la oposición alimenta la expectativa al recordar que en 1998 Fidel Castro liberó a unos 300 presos -políticos y comunes- poco después del viaje del papa Juan Pablo II, una histórica visita que mejoró la relación entre el Gobierno comunista y la Iglesia, tensas en más de medio siglo de revolución (ver aparte).

Agencias AFP, Reuters y EFE