29 de enero 2014 - 00:00

Inolvidables cuentos de Soares

Inolvidables cuentos de Soares
Norberto Soares "Gente que baila" (Bs. As., Fondo de Cultura Económica, 2013, 152 págs.)

En los últimos años algunas editoriales se han dedicado a rescatar libros que son piezas únicas de la reciente literatura argentina, libros que fueron olvidados, despreciados o ignorados y que eran, lo supo mostrar el paso del tiempo, obras excepcionales. Eterna Cadencia sacó la única novela de dos narradores que eligieron terminar su vida antes del tiempo que le había fijado el destino, la fenomenal "El traductor" de Salvador Benesdra , y la terrible y desesperadamente edípica "El desierto y su semilla" de Jorge Barón Viza, que suelen calificarse de obras maestras. La Biblioteca Nacional acaba de crear la Colección Jorge Álvarez, famosísimo editor que tuvo en su catálogo operas prima de quienes más tarde serían autores consagrados, colección iniciada con la "Obras Completas" de Germán Rozenmacher, de quien se recuerdan los cuentos de "Cabecita Negra" . La editorial que más ha avanzado al respecto ha sido Fondo de Cultura Económica, que bajo la dirección de Ricardo Piglia publica la "Serie del recienvenido" donde han aparecido "En breve cárcel" la pasional historia de dos mujeres que se aman intensamente, de Sylvia Molloy, "Nanina" de Germán García (que fuera prohibida bajo el gobierno de Onganía), "Oldsmobile 1962" mágicos cuentos de Ana Basualdo,. "El mal menor" notable novela de te rror del C.E. Feiling, "¡Minga!" novela romántica contaminada de diversión de Jorge di Paola, "Hombre en la orilla" de Miguel Briante, "La educación sentimental de la señorita Sonia" la fascinante aparición de la literatura erótica femenina en nuestro país gracias a Susana Constante, "La muerte baja en ascensor" perversa novela policial de María Angélica Bosco y "Gente que baila" de Norberto Soares.

Soares eligió ser periodista no como Arlt, como un desesperado impulso vital, sino como una forma de condenar su escritura, que buscaba ser rigurosamente celebratoria del arte mayor de narrar. Soares era un magnífico narrador oral que ampliaba versiones de sus cuentos, por caso la atemperadamente pornográfica versión de Pipo Trespiernas, que sólo aparece como personaje secundario en el inolvidable cuento "Una historia de amor". Soares buscaba sondear las repercusiones sentimentales en los hombres clinicamente desde la tragedia o desde la distancia irónica. En "Las mujeres son distintas", un cuento perfecto, la desaparición de una mujer lleva de un intento de relax al "crimen perfecto". Hay un fantástico cruce de historias delirantes y tenebrosas dejado en la grabadora del teléfono de una psiconalísta en "Casete" y el libro concluye con la deslumbrante nouvelle "Luna Cassorla, naranjo en flor".

Norberto Soares que murió en 1999, a los 55 años, dejó en "Gente que baila" muestras de su trabajado talento. Cada uno de los siete relatos es un camino narrativo, una alternativa innovadora y clásica al mismo tiempo, un preciso y singular legado, un gozoso disfrute para quienes los leen por primera vez.

M.S.

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