30 de diciembre 2013 - 00:00

Investigan uso de levadura para conservar las frutas

Un grupo de investigadores del Conicet que trabaja con levaduras como agentes de control biológico de frutas tiene como objetivo conservarlas durante más tiempo sin signos de descomposición. El Alto Valle de Río Negro y Neuquén es históricamente una región de frutas de pepita de alta calidad, como peras y manzanas, y para conservarlas hasta su venta, se utilizan cámaras frigoríficas y, muchas veces, productos químicos que protegen la fruta de los agentes patógenos que hacen que ésta se descomponga.

Así lo rescató la Agencia de Noticias para la divulgación de la Ciencia y Tecnología, DICYT; sin embargo, la necesidad de una agricultura sustentable y de evitar la presencia de residuos químicos en los alimentos, además de la resistencia de los patógenos a productos artificiales, llevaron a buscar alternativas biológicas.

Plantearon la necesidad de desarrollar métodos alternativos de control de estos organismos, más seguros, eficaces y económicos. "El uso de microorganismos para proteger alimentos resulta una alternativa prometedora para el control de organismos indeseables. Las levaduras son ideales para ser usadas en alimentos como antagonista dentro del consumo en alimentos debido a que son organismos seguros para el ser humano", explica Marcela Sangorrín, investigadora del Conicet en el Instituto Multidisciplinario de Investigación y Desarrollo de la Patagonia Norte (IDEPA, Conicet-UNCo) y directora del grupo de investigación en biodiversidad y biotecnología de levaduras.

Estrategia

Según se aclaró, esta estrategia, que viene de mediados del siglo XX, se encuentra aún en desarrollo y sólo unos pocos agentes de control biológico están disponibles en el mercado mundial. "En nuestro país todavía no se han registrado estos formulados comerciales",
resalta Sangorrín ya que "han dificultado su uso el elevado costo de la importación del producto y la respuesta inconsistente de organismos foráneos cuando son probados en regiones distintas a las de su origen", explica.

El meollo de la investigación es encontrar levaduras propias de las frutas de esta región que retarden su descomposición por hongos patógenos. Los investigadores consideran fundamental que los agentes de control biológico se adapten al sitio en que deberán ejercer su acción. Por lo tanto, "las oportunidades de encontrar microorganismos eficientes se incrementan si se los busca en el mismo ambiente y en la misma fruta en la que serán aplicados", aclara la investigadora. La idea es obtener levaduras autóctonas, propias de la fruta y la región, para obtener un producto completamente natural", indicó la responsable del proyecto.

El grupo eligió los patógenos más encontrados en la fruta: moho gris (Botrytis cinerea) y moho azul (Penicillium expansum) que fueron seleccionados especialmente por su agresividad y resistencia a los fungicidas utilizados en la región. En tanto, el Conicet y la Universidad Nacional del Comahue patentaron el uso de estas dos levaduras en marzo de este año con el título de "Cepas de levadura para el biocontrol de frutas poscosecha, composiciones que las contienen, métodos de aplicación de las composiciones y usos".

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