Torre del Greco es un pueblo italiano, cercano a Nápoles, ubicado al pie del volcán Vesubio, quizás el más famoso del mundo. Esta pequeña ciudad tiene una extensa tradición en el tallado de camafeos y corales que se remite al siglo I en el primero de los casos, y al siglo XV en el segundo. Alrededor de estas artesanías se desarrolló una industria poblada de pequeñas y medianas empresas familiares que actualmente ocupa a 3.000 personas y forma parte de una de las más destacadas exportaciones italianas, las joyas, con una facturación global de 4.000 millones de euros anuales.
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"Argentina es uno de los mercados a los cuales llegan las joyas de Italia. Pero aquí no hay tanta presencia de corales, sino de joyas con piedras preciosas y oro blanco, más específicamente. El mercado argentino representa unos 3 millones de euros para la producción italiana", precisó en diálogo con Ámbito Financiero Luigi D'Aprea, director de la Agencia Italiana para el Comercio Exterior.
Los corales y camafeos de Torre del Greco están de regreso en Buenos Aires como parte de un ciclo denominado "La forma della Bellezza", organizado por la embajada de Italia en Argentina, a cargo del embajador Giuseppe Manzo. Esto incluyó la visita de siete empresas italianas que integran la Assocoral, que reúne a un centenar de pymes que producen joyas de corales y camafeos. Con la contrapartida de joyeros, distribuidores y expertos locales, se organizó una rueda de negocios.
El empresario Tommaso Mazza, presidente de la Asociación y cuarta generación de propietarios de la firma Mattia Mazza, revela su expectativa de difundir la artesanía de Torre del Greco y ampliar el mercado en Argentina. Pero admite que la coyuntura económica no es la más propicia. "Tampoco ayudan los impuestos que se cobran para las importaciones, que suman casi 50% sobre el precio original", comentó Mazza a este diario.
El intercambio comercial entre Argentina e Italia engloba unos u$s5.000 millones al año, según estimó D'Aprea. Bienes de capital e intermedios, son los envíos más habituales desde la península. "Argentina tiene mucha industria y nosotros proveemos tecnología", destacó.
Por el momento, las joyas no ocupan un lugar destacado en el nomenclador. Pero D'Aprea no se desalienta.
En cuanto a los productos argentinos que llegan a Italia, el funcionario (oriundo de la localidad de Torre del Greco) resaltó: "Carne, mucha carne porque es excelente. Pero también van muchas materias primas, productos del agro, semillas, soja, maíz, aceite de girasol".
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