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La Iglesia se muestra hoy como fuerza transversal
• SCIOLI, DE LA SOTA, SINDICALISTAS Y EMPRESARIOS, TRES DÍAS EN MAR DEL PLATA PARA EXALTAR AL PAPA FRANCISCO
Anoche se disculpó de intervenir hoy en el panel de apertura de la conferencia de la Pastoral Social de la Iglesia Católica el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien permanecerá en la Capital Federal para atender los avatares del conflicto con los bonistas insatisfechos que litigan en Nueva York.
El auditorio de estos tres días de reuniones en el hotel del sindicato de Luz y Fuerza de Mar del Plata puede resultar más desafiante para el Gobierno: habrá oficialistas, opositores de adentro del peronismo, y de afuera, además de sindicalistas de todos los sectores, pero nadie en Casa de Gobierno la considera una cumbre hostil. Representará al gabinete el secretario de Culto, Guillermo Oliveri, y Daniel Scioli será la figura más importante del kirchnerismo en la mesa de apertura.
El gerente de la conferencia es el obispo de Gualeguaychú Jorge Lozano, que fue auxiliar de Bergoglio en Buenos Aires hasta que fue destinado a esa ciudad de Entre Ríos con la misión de contener la protesta de esa ciudad por la contaminación de la planta de celulosa en Fray Bentos. Bergoglio no dominó el pleno de los obispos cuando era primado de la Argentina, ni aun cuando presidió el Episcopado. Ahora que es Papa logra alineamientos, pero deja jugar a cada obispo sus posiciones.
Lozano está considerado como un peón del sector más crítico dentro de la Iglesia hacia el Gobierno. En Casa de Gobierno se le atribuye haber tenido intervención activa en el conflicto que sucedió a la publicidad del último documento Felices los que trabajan por la paz, que emitió el Episcopado el pasado 9 de mayo, en el que se hablaba de que la Argentina está enferma de violencia. Ese escrito provocó una fuerte respuesta del Gobierno que señaló, en boca de Cristina de Kirchner, que al papa Bergoglio había que leerlo mejor que algunos purpurados. Esa trama se alimentó no sólo de prosa ácida,sino también de adelantos punzantes en la prensa de una versión más dura de la conocida que los obispos amortiguaron en la letra final. Como suele ocurrir, una visita de la mesa del Episcopado que conduce el santafesino José María Arancedo a Olivos cerró el entuerto.
La reunión que comienza hoy se hace en el clima pacífico que siguió a aquella reconciliación y se hace un par de días después del documento de los obispos respaldando la posición de Gobierno en el litigio con los bonistas.
Las relaciones entre el Gobierno y la Iglesia son como los torneos de lucha libre en los que el abrazo estrecho de uno busca mover al otro en el sentido contrario al que éste quiere, pero nunca se despegan como si uno fuera la razón de ser del otro. Como esa especialidad olímpica, se rige, claro, por reglas que los dos comparten cuidándose de no romper nunca la relación. En estas reuniones, además, es importante el relieve público, y por eso el obispo Lozano se pasó los dos últimos meses sacándose fotos con los invitados -funcionarios, sindicalistas, políticos, economistas, empresarios-. Una manera de adelantar el retablo que quiere mostrar la Iglesia: que controla un arco transversal más amplio que cualquiera al que aspiren las fuerzas políticas.
Además de Scioli, entre hoy y el domingo estarán José Manuel de la Sota, Julián Domínguez (para estar en un panel de mañana apuró su regreso de Rusia), Facundo Moyano, Margarita Stolbizer, María Eugenia Vidal, Luis Barrionuevo, Hugo Yasky, Pablo Micheli, Adolfo Pérez Esquivel, José Luis Lingeri, Cristina Álvarez Rodríguez, Liliana Negre de Alonso, el padre José María Pepe Di Paola, entre muchos otros.
El obispo de Mar del Plata, monseñor Antonio Marino, señaló que con esta convocatoria se trata de fomentar lo que el papa Francisco llama la cultura del encuentro y destacó el nutrido listado de panelistas que puede ser un gran aporte para encontrar puntos de convergencia y unidad.
Empresarios, gremialistas, representantes del poder político fueron invitados para que puedan estar juntos en lo que pensamos que es la casa común, para tener un rumbo mejor definido respetando la diferencias, sostuvo durante la conferencia de prensa de presentación de la Semana Social.
El presbítero Adalberto Odstrcil, secretario ejecutivo de la Conferencia Episcopal de la Pastoral Social, enfatizó que la convocatoria es abierta. Si bien convoca la Iglesia, está abierta a toda la ciudadanía que quiera construir el bien común. Por su parte, monseñor Lozano puso en valor también el espacio dedicado a los jóvenes dirigentes, del que participarán políticos de todo el país de menos de 35 años, en lo que pretende ser un espacio formativo.
En la mesa inaugural de esta tarde estará Scioli y el obispo Lozano, y a lo largo de los tres días sesionarán paneles sobre la cuestión social y el desarrollo integral desde la mirada pastoral del papa argentino, y mesas de debate simultáneas sobre temas como familia, niños y ancianos; pobreza y desarrollo integral; participación y fortalecimiento comunitarios; y adicciones y exclusión en los jóvenes. El domingo se leerán las conclusiones de los debates y habrá una última conferencia sobre La cultura del encuentro como contribución de Francisco al diálogo y la paz social.
Mañana a las 20 habrá una misa que será televisada a todo el país, y el domingo se presentarán las conclusiones.
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