19 de febrero 2013 - 00:00

Lo bueno de crecer poco: le quedan a petrolera u$s 3.500 M

Cristina de Kirchner
Cristina de Kirchner
Por primera vez, haber crecido poco será una buena noticia para el Gobierno. El avance del 1,9 por ciento en la economía en 2012, confirmado oficialmente por Cristina de Kirchner el viernes pasado, desactivó el pago del cupón PBI para este año y habilitó de este modo al Tesoro para usar más de u$s 3.500 millones de las reservas del Banco Central que podrían ser destinados a gastos de capital de la petrolera YPF.

Esto será porque el Fondo de Desendeudamiento de casi u$s 8.000 millones, aprobado en el Presupuesto nacional en diciembre, incluyó la posibilidad de invertir en gastos de capital cualquier excedente de ese monto que resultara de una disminución en los compromisos previstos de deuda.

El pago del cupón PBI estaba previsto y calculado en unos u$s 3.531 millones, para el caso de que la economía creciera por encima del 3,25 por ciento. Pero el dato informado por el INDEC resultó inferior a esa cifra y dio espacio al Gobierno para disponer de ese monto y afrontar poco más de la mitad de los planes de inversión de la petrolera estatal para 2013, que en los comienzos de la gestión de Miguel Galuccio habían sido estimados en los u$s 7.000 millones anuales.

El Presupuesto indica que el monto de reservas «sobrestimado» para pago de deuda puede ser destinado a gastos de capital siempre que éstos tengan un «efecto monetario neutro». Esto significa, en rigor, que no sean desembolsados en pesos en el mercado interno y puedan afectar de este modo la oferta de dinero y las tasas de interés.

Necesidades

El mecanismo cierra a la perfección, porque durante todo el año pasado las necesidades de financiación de la petrolera habían afectado la liquidez del sistema financiero y provocado saltos bruscos en las tasas de interés. Pero claramente nocivo para quienes en el sector consideran que éste es un momento en que el Banco Central debe prestar más atención en acumular divisas y detener la escalada del «blue».

«Esos dólares deberían estar solventando la base monetaria. No creo que favorezca al paralelo ni a la brecha destinarlos a las inversiones de YPF. De este modo, la brecha se expandiría aún más», se lamentó ayer unbanquero. Con un stock como el actual, el Banco Central perdería poco más del 8 por ciento de sus reservas.

Las necesidades de la petrolera estatal se llevarán este año, además, otros $ 1.500 millones del mercado interno mediante la colocación de un programa de obligaciones negociables que fue aprobado ayer por el directorio. Y unos u$s 2.000 millones que también están previstos en el Presupuesto nacional, en concepto de «fondo fiduciario de inversión en actividad hidrocarburífera».

Estas dos asistencias a YPF también podrían complicar los objetivos del organismo oficial. El primero de ellos, porque lo afecta en sus esfuerzos por mantener a raya las tasas de interés del sistema; y el segundo, porque debe ser afrontado con gasto público, y requiere por eso la asistencia del BCRA a través de adelantos transitorios.

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