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Los metales continúan en tendencia alcista
El denominado vuelo hacia la calidad que determina la aversión al riesgo por parte de los inversores ante las dudosas perspectivas económicas que especialmente se ciernen sobre Europa, ha empujado al oro en terreno de nuevos máximos históricos con cotizaciones que intentan consolidarse por arriba de los últimos récords de 1.226 dólares obtenidos en diciembre ppdo. El precio de la plata ha resultado uno de los grandes ganadores durante estos últimos meses, situación que consiguió que se ubicara muy próximo a sus máximos o techos del año 2008, por arriba de 19 dólares. Si bien estas fuertes subas contrastan con los ajustes verificados en el resto de los metales, debemos destacar que tanto el cobre como el zinc, que presentaron pérdidas durante estos cuatro primeros meses del corriente año, han estado y siguen estando al tope de las inversiones más rentables desde los pisos de 2009, con retornos que oscilan entre el 120% y el 90%.
En la presente nota tratamos de dilucidar el desarrollo futuro que tendrán los metales en general, y en base a la estrategia más probable que dispongan los productos directores, identificar los activos con mayor potencial relativo y poder así acercar una estrategia exitosa a todos nuestros lectores.
Ajustes parciales luego de los nuevos máximos del oro
Efectivamente, como lo señalábamos en nuestra nota de metales del pasado mes de febrero, los mínimos verificados en 1.044 dólares conformaron un excelente piso de reacción desde donde las cotizaciones del oro se proyectaron casi un 20% en busca de los techos anteriores, que situamos en 1.226 dólares. De acuerdo con el estudio de ondas Elliott es en febrero pasado donde se marca el inicio de una onda (5) de mediano y largo plazo cuyos objetivos finales ubicábamos en aquella oportunidad en torno a 1.380-1.460 dólares.
Dentro de esta tendencia de largo plazo que se mantiene como alcista, observamos en los actuales niveles de 1.226-1.248 dólares una zona significativa de resistencias superiores, las cuales pueden detener en forma transitoria esta poderosa suba. Los nuevos récords obtenidos ruedas atrás en 1.248 dólares representan en términos Fibonacci una característica extensión en onda 3 de menor grado. Entre 1os mínimos de 1.084 dólares y los máximos de 1.249 dólares, las cotizaciones recorren el 162% de la suba inicial, es decir la experimentada entre 1.084 y 1.144 dólares. Adicionalmente, desde los pisos verificados en 1.084 dólares, las cotizaciones desarrollan una clara secuencia interna de cinco impulsos menores, que deberían estar señalando como completa una estructura mayor etiquetada en el gráfico diario como onda 3. Finalmente, observamos dentro de la mayoría de los osciladores de precios divergencias de definición bajista que anticipan correcciones concretas. Los nuevos máximos conseguidos en la gráfica de barras diarias no resultan acompañados por nuevos récords, sino que han marcado techo semanas atrás con la suba verificada hacia mediados de abril, donde las cotizaciones alcanzaron máximos en 1.156 dólares.
De mantenerse esta situación divergente con precios reconociendo las resistencias que conforman los techos anteriores en el rango actual de 1.226 dólares y cayendo por debajo de 1.218 dólares deberíamos esperar que el mercado reconozca tanto las extensiones del 162% de la onda 1 y los cinco impulsos menores que completan la actual onda 3, y ajusten proporcionalmente parte del terreno avanzado.
Es por ello que dentro de las próximas semanas y en tanto los precios se mantengan operando por debajo de los nuevos máximos históricos conseguidos en 1.249 dólares favoreceremos ajustes parciales dentro de la gran tendencia alcista de largo plazo que erosionen entre el 38% y el 50% de las ganancias acumuladas a partir de los pisos de finales de marzo ppdo., valores que actualmente se ubican en torno a los soportes de 1.186-1.167 dólares. Será en estos niveles donde dentro de las próximas semanas actualizaremos esta columna y definiremos si esta potencial corrección bajista cumple con los requisitos mínimos para considerarla culminada y dar paso a un nuevo impulso alcista de grado mayor, donde los objetivos, como situamos oportunamente, van a estar focalizados en torno a 1.380-1.460 dólares.
El cobre se acerca a los pisos vistos en marzo
El cobre, que se mantiene como el gran ganador de la suba experimentada por los metales a partir del piso verificado en 2008, presenta amplias probabilidades de replicar dicha actitud, más teniendo en cuenta que los récords alcanzados por este metal distan de los máximos históricos actuales que condicionan ahora el precio del oro, ubicándose para el caso del cobre en los niveles de 427 dólares, lo que representa más de un 30% de suba desde los actuales valores. Adicionalmente, observamos cómo durante las últimas semanas y en contraposición a los nuevos máximos registrados por el oro, el precio del cobre se ha mantenido dentro de una tendencia correctiva, regresando, con el ajuste de más del 7% que se acumula durante estos primeros meses del año, a los valores experimentados como piso de reacción durante comienzos de marzo ppdo. y que marcó el comienzo de una nueva suba hacia nuevos máximos interanuales. Esta corrección en onda 4, identificada dentro del glosario de patrones de movimientos de Elliott como del tipo de plano normal, presenta amplias probabilidades de estar culminando en el cercano rango de 290-285 dólares, brindando, dentro del corto plazo, una excelente oportunidad de ingreso. A diferencia de las señales divergentes de definición bajista de corto y mediano plazo que se observan en el gráfico del oro, la situación cambia cuando comparamos el desempeño diario y semanal de las cotizaciones del cobre, cuyos osciladores de precios se ubican en clara zona de sobreventa y arrojando señales divergentes, pero de definición alcista.
Como se observa en el gráfico semanal de largo plazo, desde los importantes pisos conseguidos hacia finales de diciembre de 2008 en 124 dólares, que dieron paso a un avance anual del 130%, el desarrollo alcista de dicho metal se mantiene estructurado dentro de una secuencia constructiva incompleta, a la cual le resta un último pero significativo impulso hacia los objetivos máximos finales que ubicamos levemente por arriba de 500 dólares.
La proporcionalidad en la que han incurrido las cotizaciones durante los avances previos permite prever que la onda 5 de este mercado en suba se extenderá mínimamente el 100% de los recorridos experimentados en las subas anteriores.
La primera reacción alcista que proyectó los precios desde los mínimos alcanzados a finales de 2008 hacia los primeros máximos o techo en onda 1 que situamos en 244 dólares en junio de 2009 fue replicada luego de manera casi exacta por la onda 3, que registró un avance total de 127 dólares contra el avance inicial de 120 dólares. Luego de la corrección verificada hacia estos primeros meses de 2010, que mantiene las cotizaciones fluctuando entre los máximos de 340-360 dólares y los pisos de 290-285 dólares, creemos que el potencial alcista mínimo para el cobre continuará en torno a los 120-130 dólares para los próximos meses, el cual llevará la cotización hacia los niveles de 410-420 dólares. Sin embargo, y teniendo en cuenta que la onda 3 ha superado el tamaño de la onda 1, podemos considerar para la onda 5 un recorrido extendido del 62%-74% del tamaño de las ondas 1 y 3, que proyectaría los precios hacia los objetivos máximos de suba que ubicamos para el largo plazo en torno a 510-520 dólares.
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