14 de septiembre 2017 - 00:00

Lula insiste en denunciar una “caza de brujas” por las causas penales en su contra

Acusó de parcialidad al juez Sérgio Moro, quien deberá determinar si Odebrecht le pagó un terreno para su instituto en San Pablo y si puso a disposición de su familia un departamento.

RESPALDO. Cientos de simpatizantes del Partido de los Trabajadores (PT) montaron guardia en las afueras de los tribunales de Curitiba para mostrar su apoyo a Lula da Silva.
RESPALDO. Cientos de simpatizantes del Partido de los Trabajadores (PT) montaron guardia en las afueras de los tribunales de Curitiba para mostrar su apoyo a Lula da Silva.
Curitiba - El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva denunció una "caza de brujas" al prestar nuevamente declaración ayer en Curitiba (sur) ante el juez Sérgio Moro, en una causa de "corrupción pasiva" similar a la que ya le valió una condena a nueve años de cárcel.

Durante las poco más de dos horas de interrogatorio, el líder del Partido de los Trabajadores (PT), que recurre en libertad la primera sentencia en su contra, insistió en que este proceso es "ilegítimo" e "injusto".

"Sólo quiero decir que hay una caza de brujas", manifestó Lula en la audiencia ante Moro, que fue difundida en videos colgados en las redes sociales del exmandatario (2003-2010) poco después de su finalización.

"Sólo espero que tengan la grandeza de un día pedir disculpas", agregó, para luego insistir sobre la parcialidad del juez. "¿Puedo mirar a los ojos de mis nietos y decir que presté testimonio ante un juez imparcial?", preguntó.

En este caso, Moro deberá determinar si la constructora Odebrecht -pieza clave en la operación Lava Jato- pagó un terreno para el Instituto Lula en San Pablo y si entregó un departamento en la ciudad de San Bernardo do Campo para la familia del exmandatario.

Antes de entrar al tribunal vestido de traje y corbata, Lula, de 71 años, salió de su auto para saludar a unos 300 partidarios y dirigentes del PT que lo aclamaron.

Otros manifestantes agitaron banderas pidiendo su condena.

Unos 1.500 policías fueron desplegados para velar por la seguridad en la denominada "capital de la Operación Lava Jato", la investigación que descubrió una tentacular red de corrupción en Petrobras.

Lula llegó debilitado a este segundo proceso, después que su exministro de Finanzas Antonio Palocci, que purga una pena de doce años de reclusión, admitiera la semana pasada que las acusaciones contra el líder histórico de la izquierda tienen fundamento.

"Muchos pensaban que llegaría aquí con mucha rabia contra Palocci. Yo entendí que Palocci está preso hace más de un año, que tiene derecho a querer ser libre. Pero si vos no querés asumir la responsabilidad por hechos ilícitos que cometiste, no tirés [acusaciones] encima de los otros", manifestó el exmandatario.

En julio, Moro condenó a Lula a nueve años y medio de cárcel como beneficiario de un tríplex en el balneario de Guarujá (San Pablo) ofrecido por la constructora OAS a cambio de su influencia para obtener contratos en Petrobras. Enfrenta, en total, cinco causas penales.

Si esa sentencia fuera confirmada en segunda instancia, a Lula le sería difícil evitar la cárcel. Y si lo lograra, vería seriamente comprometida su posibilidad de presentarse a las elecciones presidenciales de octubre de 2018.

Agencias AFP, DPA y EFE

Dejá tu comentario