17 de septiembre 2008 - 00:00

Macri busca acuerdo para adelantar comicios 2009

Mauricio Macri
Mauricio Macri
Ahora el macrismo busca aliados en la oposición para definir si las elecciones locales 2009 se realizarán separadas y con anticipación a las nacionales. La misión de llegar a un acuerdo electoral con el kirchnerismo y la Coalición Cívica recayó en una mesa de mediación que inauguró el macrismo y que se reúne cada lunes, con un temario exclusivo sobre la estrategia electoral del oficialismo porteño -que es PRO- para el próximo turno. La Capital Federal debe renovar 13 diputados nacionales, 30 legisladores porteños y designar mediante el voto de los vecinos, por primera vez, 105 comuneros barriales.

Por ahora el Gobierno porteño quiere anticipar los comicios locales como lo hizo Jorge Telerman el año pasado y realizarlos aproximadamente en junio del año que viene, es decir antes del 25 de octubre, para cuando está prevista la votación nacional. Pero, en el macrismo no hay acuerdo en ese sentido. Las ideas son tantas como cada uno de los delegados de esa mesa de mediación que integran la vice, Gabriela Michetti con el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, los legisladores porteños Oscar Moscariello, Diego Santilli, Martín Borrelli y Cristian Ritondo y el auditor de la Ciudad, Santiago de Estrada.

  • Seguimiento

  • El grupo tiene a su cargo un seguimiento de las leyes que pide Macri que los diputados sancionen y como tema central «analizar los posibles escenarios electorales», según explicaron a este diario integrantesde la mesa. Para uno, según plantearon en la reunión del lunes pasado, «el objetivo tiene que ser fortalecer la gobernabilidad sumando legisladores porteños». Esa estrategia para un grupo es «desdoblar las elecciones para provocar un debate local y no entrometerse en los temas nacionales». Para el resto, una elección conjunta podría arrastrar más legisladores propios que una separada.

    La premura por resolver ese calendario es que, si Macri decide la anticipación, a más tardar en febrero próximo debería estar pautando el cronograma electoral y convocando a los porteños a las urnas y teniendo en cuenta que a fin de año, un poco antes, se frena la actividad legislativa, un acuerdo con la oposición no podría extenderse más allá de fin de año.

    Pero la búsqueda de un pactono es inocente. En PRO creen que facilitando un acuerdo del calendario electoral, conseguiría mejorar la convivencia en el recinto donde necesita votos de los bloques opositores para la aprobación de leyes. En lo inmediato se tratará el Presupuesto 2009 con aumento en impuestos a los Ingresos Brutos, de acuerdo con el borrador que maneja el Ministerio de Hacienda y que por el momento no tiene vetos; se acelera además el nombramiento de un nuevo plantel en la Defensoría porteña (esta semana vence el plazo para presentar candidatos) y en el Ente Regulador de los Servicios Públicos de la Ciudad de Buenos Aires, organismo que integrarán el macrismo, la Coalición Cívica de Elisa Carrió y el Frente para la Victoria. La aprobación de los candidatos, que además deben sortear una audiencia pública donde se planteanimpugnaciones, requiere de un acuerdo para lograr los votos necesarios, de dos tercios de las bancas. Por eso el oficialismo de la Ciudad considera que abrir la discusión electoral a sus adversarios podría convertirse en una suerte de canje para lograr una mayor celeridad en la sanción de leyes que Macri reclama a través de Rodríguez Larreta, un controlador que lleva una minuciosa agenda de promesas cumplidas e incumplidas.

    «Es cierto que en política nadie garantiza un acuerdo a largo plazo, pero podrían mejorar las relaciones en la Legislatura si logramos consenso en la fecha electoral, sería un gran gesto de convivencia ya que sabemos que a la oposición no le es indiferente la fecha de elecciones», explicó a este diario uno de los integrantes de la mesa política del macrismo porteño.

  • Subloque

    Además, también un sector interno de PRO tiene su propia mesa. Es la de los ocho peronistas del bloque, un subbloque que conduce Cristian Ritondo que cada semana se reúne con José Torello -asesor del Gobierno- y Rodríguez Larreta, con la idea de plantear su propia estrategia electoral, que a diferencia del jefe de Gobierno, creen en elecciones conjuntas para que «un buen candidato asegure un porcentaje como el de la primera vuelta de Macri». Los oficialistas porteños necesitarán obtener cerca de 38% de votos para poder renovar las bancas de los 12 diputados del bloque de 27, que terminan el cargo el año próximo.
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