16 de enero 2009 - 00:00

Milagro en un avión sobre el río Hudson

Milagro en un avión sobre el río Hudson
Nueva York - Un avión de la compañía US Airways con 148 pasajeros a bordo cayó ayer al río Hudson, en Nueva York, sin que se reportaran víctimas mortales.
Según la Policía, todos los pasajeros y la tripulación -formada por cinco o seis miembros, según la Administración Federal de Aviación (FAA)- pudieron abandonar el aparato y fueron trasladados a la terminal de ferrys de Nueva York.
La causa del accidente fue al parecer el impacto de una o varias aves, indicó Laura Brown, portavoz de la Autoridad Federal de la Aviación (FAA), pero dijo que por el momento se desconoce la razón exacta del siniestro.
El aparato cayó al río cuando no habían pasado ni tres minutos de su despegue del aeropuerto La Guardia de Nueva York. Ayer fue uno de los días más fríos en lo que va del invierno boreal, con temperaturas ambiente de unos seis grados bajo cero, por lo que el avión quedó flotando en las congeladas aguas.
Según Brown, el avión «realizó un giro a la izquierda tras despegar (del aeropuerto de La Guardia), cayó al río Hudson y tenemos un informe preliminar de que todos pudieron salir del aparato», comentó Brown en rueda de prensa.
Más de una decena de personas con chalecos salvavidas amarillos puestos fueron vistas sobre las alas del avión mientras éste flotaba en el río y pedían ser rescatadas por embarcaciones que rodeaban la aeronave.
El FBI, por su parte, negó que se tratara de un ataque terrorista.
Los equipos de rescate llegaron a la zona del accidente para recoger a los pasajeros y trasladarlos en barcos que rodearon al avión.
El vuelo 1549 de un Airbus 320 tenía como destino la ciudad de Charlotte, en el estado de Carolina del Norte, en el sudeste del país.
Según testigos, el avión realizó el «amerizaje» fluvial con un ángulo bastante leve y provocó un gran desplazamiento de agua al impactar la superficie. Un pasajero dijo que se escuchó un sonido como de una explosión pocos minutos antes de que el avión cayera. «El motor explotó. Había fuego por todas partes y olía como a gasolina», contó Jeff Kolodjay, de Norwalk, Connecticut. «La gente estaba sangrando. Chocamos con el agua muy fuerte. Fue aterrador», añadió.
«El piloto hizo un gran trabajo, realizó un fantástico y suave aterrizaje», relató un testigo.
Agencias DPA, Reuters, AFP

Dejá tu comentario