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Navarro lidera brillante trío de jazz

El pianista Jorge Navarro ha tenido siempre dos virtudes sobresalientes: su destreza en el instrumento con un sonido limpio y prolijo que jamás pierde, y un swing que resulta de toda una vida dedicada al jazz. Participante de muchos de los más importantes proyectos relacionados con el género en nuestro país -Swing Timers, Agrupación Nuevo Jazz, La banda elástica, su recordado dúo con Baby López Furst, su lugar como acompañante de figuras como Ella Fitgerald y Ray Charles entre tantos otros-, Navarro tiene todos los pergaminos para meterse con esta música. Sin embargo, siempre ha estado más alejado de la composición y ha preferido dedicar prácticamente todo su trabajo a recrear los «standards».
Así, después de la exitosa experiencia de «Gershwin, el hombre que amamos», Navarro volvió al formato de trío, junto a dos muy buenos músicos de generaciones distintas, el joven contrabajista Carlos Alvarez y el más veterano baterista Eduardo
Casalla.
Y como es habitual en Navarro, el repertorio elegido para este disco -que suena como tocado al correr de la grabación, con su reconocida pulcritud y elegancia y con el swing de siempre- está hecho de obras de grandes autores norteamericanos.
Jerome Kern, George e Ira Gerswhin, Irving Berlin, Cole Porter y Arthur Altman son algunos de ellos. Pero lo que más importa está en la ejecución de este muy buen pianista y en el trabajo de los músicos que completan el trío.
Ricardo Salton
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