7 de octubre 2010 - 00:00

Para el FMI, los datos de PBI del INDEC tampoco son creíbles

Para el FMI, los datos de PBI del INDEC tampoco son creíbles
Sólo 16 países en el mundo tienen una inflación superior al 10% anual, entre ellos, Venezuela, que ocupa el primer puesto -con un 29,2%-, seguido por Congo, con un 26,2%. En tanto, la Argentina, contemplando las cifras oficiales que fueron motivo de fuertes cuestionamientos, se encuentra entre el grupo de países con una inflación estimada en el orden del 10%. Estos datos surgen de analizar el Panorama Económico Mundial elaborado por el FMI, que fue dado a conocer ayer. En esta publicación, el FMI vuelve a poner en duda las estadísticas oficiales. Si bien asigna para la Argentina un aumento del índice de precios del 10,6% tanto para este año como para 2011 (siguiendo las cifras elaboradas por el INDEC), el trabajo aclara en una llamada al pie del cuadro que contiene la información que «analistas privados estiman que los precios al consumidor son considerablemente más elevados». También echa un manto de sospecha por primera vez sobre las cifras del crecimiento. Al respecto, el informe consigna que la Argentina cerró 2009 con una suba del PBI del 0,9%, pero el organismo aclara que analistas privados evalúan que el crecimiento real del PBI fue «significativamente más bajo que el informado oficialmente desde el último cuatrimestre de 2008». Cabe recordar que, de acuerdo con economistas privados, durante el año pasado la economía cayó entre un 2% y un 5%.

Si se toman las mediciones privadas de inflación, la Argentina se encuentra compitiendo cabeza a cabeza con el Congo por el segundo país con más alto IPC del mundo. Claramente la inflación disminuyó sensiblemente en el planeta: sobre un total de 185 países, sólo 16 cuentan con indicadores de inflación por encima del 10%. Y, de ese reducido grupo, 10 países tienen una inflación anual inferior al 15%. La Argentina, si tomamos los datos privados, comparte con tres países el dudoso privilegio de registrar un alza de precios superior al 20%.

En Latinoamérica -exceptuando Venezuela-, la Argentina, aún tomando los datos oficiales del INDEC, ocupa el segundo lugar entre los países con más alta inflación. El incremento de precios estimado de algunos países de la región, según el FMI son: Brasil, 5% y 4,6% para 2011; Bolivia, 1,7% y 4,1%; Chile, 1,7% y 3%; Colombia, 2,4% y 2,6%; Ecuador, 4% y 3,5%; Paraguay 4,6% y 5,2%; Perú 1,7% y 2,5%, y Uruguay, con 6,5% y 6,4%. Es decir, en todos los casos se trata de registros que se ubican por debajo del 7% anual.

El trabajo del Fondo destaca la recuperación económica de los países de América Latina. Así, la región crecerá a una tasa del 4,8%. El FMI destaca que la recuperación es liderada por Brasil, Chile, Colombia y Perú. Al respecto distingue a la región por sus políticas macroeconómicas «impresionantes» llevadas adelante en las últimas dos décadas, aunque también rescata el impacto positivo del alza casi ininterrumpida en los precios de las materias primas. El organismo consigna que «la Argentina y Paraguay experimentarán un importante crecimiento soportado en gran parte por el fuerte comercio con Brasil y el rebote en la producción agrícola después de la sequía severa del año pasado». El dato curioso es que ésta es la única mención en todo el capítulo Latinoamericano a la Argentina. «La oveja negra de la región» para el organismo sigue siendo Venezuela ya que estima una caída del PBI del 1,3% para el año en curso y una leve recuperación del 0,5% para el próximo y alerta sobre la fuga de capitales y la debilidad de sus políticas.

El organismo rescata la performance económica de los países emergentes si bien reconoce que numerosos países de la región dependen de las exportaciones de materias primas, aunque no lo considera un problema pues no prevé una caída en la demanda. Respecto de los paquetes de estímulo, en este punto, recomienda que «los vayan reduciendo» y advierte que el peligro de no hacerlo podría ser un «sobrecalentamiento, particularmente si la reducción del estímulo previo toma más tiempo de lo previsto».

En tanto, el mundo crecerá un poco menos de lo esperado ya que el FMI bajó su previsión para 2011 del 4,3% al 4,2%. En tanto, el economista jefe, Olivier Blanchard, alertó acerca de que la recuperación pueda «no ser duradera». Explicó que «las políticas presupuestarias van a tender a la austeridad» y que por lo tanto, esto será «desfavorable para el crecimiento de la mayor parte de las economías en 2011, aunque sea difícil determinar en qué medida». A pesar de este panorama señaló que era «poco probable» que pueda existir el riesgo el año que viene de una nueva recesión en las economías desarrolladas. Para el organismo, el menor crecimiento se explica porque los gobiernos no han seguido los «consejos del Fondo».

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