21 de julio 2009 - 00:47

Piden renuncia de Moreno en el Consejo Económico

• Reclamo empresarial para reunión con sindicalistas. El ministro Tomada define la agenda final

Carlos Tomada
Carlos Tomada
Carlos Tomada tendrá hoy una misión diseñada desde Olivos: enviarles esta tarde a los Kirchner el listado temático que los empresarios y sindicalistas quieren incluir indefectiblemente en la agenda del futuro Consejo Económico y Social. Para esto, Tomada abrirá desde las 15 el salón del piso 18 del Ministerio de Trabajo, un ámbito reservado para las grandes jornadas, donde recibirá a los «técnicos» de las cámaras empresarias y sindicales, para puntear en un borrador los capítulos que deberían estar. Luego, con este «paper» sobre la mesa, se tomará la decisión final sobre los tiempos, alcances y formas que tendrá, o no, el proyecto del Consejo con el que se sueña desde Olivos.

Los invitados que anoche tenían asistencia confirmada, son Andrés Peña (Cámara Argentina de la Construcción), Mario Grinman y Martín Solá (Cámara Argentina de Comercio), Martín Echegoyen (UIA) y Norberto Peruzotti (ADEBA). En agenda, pero fuera de esta reunión, está también un encuentro con los enviados de CAME y, eventualmente y dependiendo de una decisión política, una reunión con la Mesa de Enlace.

Tomada tiene la orden de no discutir ni debatir los contenidos, sino simplemente anotarlos y profundizar sobre el alcance y la generalidad de los pedidos empresarios. Por ejemplo, debe evaluar cuál es el grado de intensidad que los industriales y comerciantes quieren tener en temas como el INDEC, el tipo de cambio, la política de créditos de la ANSES, la política laboral y fiscal, y la intervención del Congreso y la oposición en la discusión macroeconómica. Más específicamente, Tomada deberá enviar a Olivos la intensidad del reclamo empresario sobre la presencia de Guillermo Moreno y sus políticas dentro del gabinete nacional.

Sobre estos puntos, fuentes de la UIA y de ADEBA aseguraban que por ahora no hay una posición uniforme entre las cuatro entidades, pero que en dos capítulos se requerirá celeridad y claridad: la situación del INDEC y las políticas morenistas, especialmente en lo referente a la vigencia de los acuerdos de precios y los topes máximos de incrementos y las políticas de costos, precisamente los dos núcleos conflictivos de la presencia del secretario de Comercio Interior. Hay que recordar que la utopía K buscaba como objetivo máximo de estas rondas que de alguna manera los industriales y representantes del comercio avalaran la presencia de Moreno y sus políticas, y la intervención del INDEC.

El encuentro también tiene su listado de invitados sindicales. Tomada tiene reservados sillones para Juan Carlos Schmid (Dragados) y José Luis Lingieri (AYSA), ambos de la CGT oficial. Por ahora, el Gobierno no reconoce en la ronda de conversaciones técnicas la presencia de una división cegetista. La visión oficial que parte de Olivos en realidad considera que la pelea Moyano-«gordos» no busca una partición de la entidad gremial, sino que el líder camionero abra las ruedas de negociaciones en el futuro Consejo a delegados del ala rebelde. Más específicamente, el Gobierno cree que el centro de la disputa sindical se basa en que debería incluirse en las rondas a Gerardo Martínez (UOCRA) y Armando Cavalieri (Comercio).

El titular de Trabajo no estará solo; su par de Planificación, Julio De Vido, enviará a Roberto Baratta, subsecretario de Coordinación y Control de Gestión, y hombre designado para intervenir en el diseño del Consejo. Al convite también llegará un delegado de la ministra Débora Giorgi.

Ayer, como avanzada, Tomada se reunió con los representantes de la CTA para comunicarle a la central alternativa que tienen asegurada su participación en el futuro Consejo, y que habrá un encuentro particular para discutir el temario que la central quiere incluir. Al Ministerio llegaron Hugo Yasky; el representante del sindicato del neumático, Pedro Waisejko; y Pablo Michelli, de ATE. Quizás este sector sea el que menos debate interno tiene en cuanto a los contenidos irreductibles que el Consejo debe incluir para que la CTA lo considere un intento serio: que se discuta la institucionalización de la central, que termine la intervención morenista en el INDEC (ATE representa a los trabajadores desplazados por Moreno) y que se debata la asignación por hijo.

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