Londres - Pink Floyd ganó la batalla judicial que emprendió contra EMI, su casa discográfica desde 1967, por la política de ventas en internet que el sello había desarrollado con su música. La banda no quería que EMI siguiese vendiendo sus canciones de una en una, ya que consideraba que cada álbum es una unidad indivisible, según informó la BBC.
Por el momento, el Alto Tribunal de Londres dictaminó que EMI tendrá que pagar 40.000 libras esterlinas en concepto de costas del proceso. La indemnización definitiva aún está por decidirse. Además, el juez prohibió a la discográfica que siga vendiendo las canciones sueltas.
La banda, cuyo último contrato fue firmado antes de que apareciesen los sitios de descargas en internet, también inició una causa judicial para ampliar sus derechos económicos sobre los ingresos por ventas en internet.
Agencia EFE
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