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PJ y UCR pelean mano a mano la gobernación
Carlos Soria, un exjefe de la SIDE de Eduardo Duhalde -antes fue su secretario de Seguridad bonaerense-, tratará de recuperar para el peronismo lo que perdió 28 años atrás el exmandatario Mario Franco frente al barilochense Osvaldo Álvarez Guerrero.
Referente
Ahora, la bandera radical será levantada por César Barbeito, ministro de Educación del gobernador Miguel Saiz, un radical K que ha hecho de su alianza con Néstor Kirchner primero, y con Cristina de Kirchner después, su norte político.
De todos modos, si se atienden los símbolos de la campaña puede afirmarse que será una interna cristinista, porque Soria se ha reconvertido a este sector del PJ luego de que el matrimonio presidencial le perdonara algunas travesuras cuando se encontraba al frente de los espías criollos.
Ambos contendientes llegan a esta pulseada presionados por sus propios sectores internos. Saiz está aguijoneado por el exgobernador y hombre del Comité Nacional de la UCR, Pablo Verani, quien comulgó hasta no hace poco muy fuerte con Julio Cobos y antes -cuando ocupó el principal sillón del palacio estilo español que sirve de asiento a los mandatarios en Viedma- no desentonó con la convertibilidad de Carlos Menem.
Estos posicionamientos marcaron la relación Verani-Saiz y dividieron al partido en dos grandes bandos: los radicales que se encolumnaron con el actual gobernador y apoyaron sin disimulos la alianza con Cristina, y los radicales puros que se recostaron en su antecesor y reportaron a Cobos, primero, y al candidato presidencial Ricardo Alfonsín, después.
Sin embargo, su candidato a gobernador -el actual vice Bautista Mendioroz- perdió en las internas con Barbeito, un muleto de Saiz al no poder lograr él mismo su re-reelección por oposición del veranismo, que le negó en la Legislatura una reforma constitucional que lo habilitara para un tercer período.
Señales
No obstante, y pese a que faltan heridas que restañar -hay señales que indican que Mendioroz y su gente apoyarían a la candidata del ARI-CC, Magdalena Odarda, lo que favorecería al FpV-, en medios locales no se cree que el radicalismo rionegrino arriesgue 30 años de poder.
Por el lado de Soria, las cosas no suenan tan simples. Muchos barones del PJ local, especialmente en medios gremiales, le reprochan una tendencia a la agresividad que -dicen- lo aleja de sectores medios, que es la base electoral de una provincia que se caracteriza por una fuerte movilidad social.
Encuestas
Sin embargo, en el Alto Valle, asiento de la producción de peras y manzanas, Soria -intendente de General Roca, en el corazón de su mayor recurso productivo- marcha primero en las encuestas, aunque los resultados son dudosos en Bariloche.
La costa atlántica se divide en partes similares para peronistas y radicales: Viedma, a favor del candidato radical, y San Antonio Oeste (Pesca) y Sierra Grande (Minería) estarían con el FpV. Esto marca una paridad que produce entusiasmo en el Gobierno ante la estrategia electoral de Soria, que intenta convencer de que está primero por varios puntos.
Sin embargo, hay que tener en cuenta el aparato electoral de la UCR que, con tantos años en el poder, no es un dato menor.
Precisamente anclado en esa experiencia, Saiz trata de difundir lo que el diario Río Negro bautizó como «estrategia del miedo», haciendo hincapié en el mal carácter de Soria y en sus antecedentes como «Señor 5» de Duhalde, lo que provoca escozor en medios K puros que reportan al gerente de la Televisión Digital, Osvaldo Nemirovsci, bajo la órbita de Julio De Vido.
No obstante, el exjefe de bloque de los diputados durante el período de Néstor Kirchner fue desalentado por el propio ministro -en sus inmediaciones se dice que por orden de la Presidente- para que optara entre la gobernación o continuar como funcionario nacional. Como el exdiputado le asigna trascendencia a su misión gubernamental se prepara para 2015.
Por de pronto, el clima electoral en Río Negro se ha vuelto pesado y existe mucho nerviosismo al final de una campaña que se caracterizó por la prescindencia de Cristina de Kirchner, la gran electora para estos comicios, de bajar el pulgar a favor de uno u otro candidato. Sólo para contentar al FpV mandó a Amado Boudou a Bariloche y a Alicia Kirchner a San Antonio Oeste como tenue respaldo para Soria.
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