22 de agosto 2016 - 10:15

Post-Corte, Peña bajo fuego amigo

• LA OPOSICIÓN LO ESPERA EN EL CONGRESO POR TARIFAS
Tras la semana crítica del fallo adverso, Macri decide plan de acción y Marcos Peña se presenta ante los diputados que los esperan con interrogantes. Autocrítica y revisiones. La interlocución con la Corte. Timbreos.

Timbreo. Marcos Peña no estuvo en la cumbre de Olivos, post fallo, pero salió a timbrear el fin de semana.
Timbreo. Marcos Peña no estuvo en la cumbre de Olivos, post fallo, pero salió a timbrear el fin de semana.
Son 560 preguntas. Una metralla que Marcos Peña, en su tercer raid por el Congreso, deberá responder y tiene, como carga extra. el tarifazo que derivó en una derrota judicial de Mauricio Macri y, explicitó, algo más complejo: un ruidoso traspie político que puso al presidente a revisar mecanismos y delegados.

El jefe de Gabinete fue, tras el fallo de la Corte, unas de las víctimas del fuego amigo del PRO, cuyo primer estadío fue la furia presidencial por un fallo que le anticiparon diferente. El castigo cayó, adicionalmente, sobre Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, los "operativos" del staff de Peña y a quienes, junto a Juan José Aranguren, se les atribuye el esquema tarifario que bocharon (en el segmento consumo residencial) los cortesanos.

Lopetegui fue, por mandato de Macri, coordinador del proceso y por esos oficios transitó despachos judiciales. Fue uno de los que voceó en el primer anillo macrista la teoría del fallo favorable. Lo mismo Fernando De Andreis, el secretario General de la Presidencia, que la noche del miércoles, en la juntada futbolera de Olivos, recitó esa versión optimista.Cuando el viernes a las 10.30, Macri reunió a su "mesa chica" en Olivos, Peña no estuvo: había volado a Córdoba y gambeteó el primer ejercicio de "autrocrítica", casi de diván, al que se animó el presidente desde que llegó al Gobierno.

Unos pocos días antes, el mensaje de interlocutores de Macri era casi temerario. "Mauricio está dispuesto a morir con las botas puestas" repetían. El jueves, con el 4 a 0 encima, debieron primero reinterpretar el fallo como más amigable de lo que pareció al principio y luego leer el revés como parte de la torturosa reconfiguración de la Corte.

Pistas, deslizadas en el planeta PRO, sobre ese proceso. Que Juan Carlos Maqueda se endurece y busca más protagonismo; que Horacio Rosatti fue el motor del fallo adverso; que Ricardo Lorezentti "dejó que ocurra" el revés para Macri como un aviso de que sin su interveción, "todo resultará más trabajoso". E incierto. Y, practicamente como regla general, que Macri no puede tener múltiples delegados ante la Corte que, además, expongan planteos y posiciones en algunos casos antagónicas. "Algunos querían que la Corte sea más macrista que Macri" ironizó un hombre del Palacio.

El otro ejercicio al que, sin apuro, se enfocará Macri será el de establecer un "canal de diálogo" con el máximo tribunal. Fabián Rodriguez Simón, "Pepín", y José Torello fueron las dos voces que el presidente más escuchó respecto a la Corte y, de hecho, fueron los que le arrimaron los nombres de Rosatti y Carlos Rosenkrantz, aunque este tuvo el empuje de Peña. Quizá, tras el sablazo, ensaye con otros actores.

La convocatoria a la audiencia pública del 12 de septiembre en La Usina de las Artes, que se anticipa aguerrida -el PJ, la CGT en proceso de unidad y el massismo se preparan para ese show- es solo una parte. Esta semana, Macri debe resolver con qué menú va a esa pulseada. En Casa Rosada, hay dos enfoques. Uno que sostiene que hay que ir con el esquema tarifario que frenó la Corte y que quedará validado con la audiencia. Otro sugiere un nuevo cuadro, por regiones, y aumentos "más razonables". Macri escuchó las dos posiciones pero todavía no resolvió aunque insistiría con el Excell de Juan José Aranguren. Cuando Peña aterrice en Diputados, deberá tener un principio de respuesta. El interrogante es sencillo. ¿Redefine el aumento o se limita a cumplir con el trámite de la audiencia? La idea del Acuerdo Federal Energético, en que trabaja Rogelio Frigerio e involucra a un puñado de gobernadores, con su foto política, supone aceptar el fallo y entender como un error el modo y los montos del aumento de tarifas. Pero ayer Peña "timbreó -el PRO aportó un verbo al diccionario de la política criolla- como si no hubiese existido un tropiezo. Anduvo en Almirante Brown con Esteban Bullrich, que aparece en la grilla de candidatos a senadores por Buenos Aires, y Carlos Regazzoni, el titular del PAMI, dirigente de teléfono directo con Macri que, por su lado, se mostró con María Eugenia Vidal. Sobre la gobernadora cae otra furia. "Si es la que mejor mide, que salga a defender los aumentos" la torean.

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