Las fuerzas especiales realizaron operaciones en la ciudad ubicada apenas 60 kilómetros al oeste de Bagdad y el Ejército avanzó en tareas para dar tiempo a la población a dejar la zona antes de la planeada ofensiva a gran escala.
Tras esas actividades, las fuerzas de Bagdad lanzarán un ataque para desplazar al grupo Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIL, según su sigla en inglés), ligado a Al Qaeda, anunciaron las autoridades.
Es tal la inquietud que genera la situación, en la cual sectores aliados a la red terrorista que fundó Osama bin Laden logran por primera vez control territorial, que el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, aseguró que los Estados Unidos apoyarán a Irak en su lucha contra esa insurgencia, aunque descartó el envío de tropas.
"Sí, tenemos interés en ayudar a que un Gobierno elegido y legítimo sea capaz de expulsar a los terroristas", dijo Kerry al abandonar Jerusalén hacia Arabia Saudita y Jordania. "Vamos a hacer todo lo posible para ayudarlos. Obviamente, no estamos contemplando regresar o enviar efectivos sobre el terreno. Ésta es su lucha y vamos a ayudarlos en su lucha", continuó. El ISIL, estimó, "es el elemento más peligroso en la región".
El sábado, Washington había descripto lo que está ocurriendo en Faluya como una demostración de "la crueldad" de esa organización armada islámica. Así lo deslizó la portavoz de Kerry, Marie Harf, quien también dijo que la Casa Blanca observa "de cerca" y "con preocupación" los acontecimientos.
Una nítida ofensiva de Al Qaeda se observa en Irak, Siria y también en Líbano en las últimas semanas.
En lo que marca una llamativa coincidencia, también Irán se manifestó ayer dispuesto a prestar ayuda a Irak en la lucha contra Al Qaeda, indicó el vicejefe de Estado Mayor, general de brigada Mohamed Heyazi.
Estados Unidos pretende respaldar al Gobierno de Nuri al Maliki, en quien depositó la responsabilidad por la seguridad en Irak tras la salida de sus tropas. Irán, en tanto, ve en Al Maliki un chiita aliado que combate a extremistas sunitas en Faluya y Ramadi (ubicada 50 km más al oeste), en la provincia sunita de Al Anbar.
Los duros enfrentamientos entre miembros de Al Qaeda, milicianos tribales sunitas y las fuerzas de seguridad prosiguieron ayer en ambas ciudades, en medio de contradictorias informaciones sobre su control.
Un gran número de habitantes de Faluya se desplazó a la cercana Bagdad a la espera de que se ponga fin a los enfrentamientos.
El año comenzó en Irak con un dramático incremento de la violencia, en línea con lo ocurrido en 2013, cuando al menos 8.868 personas murieron, 7.818 de ellas civiles, por acciones armadas, lo que representó el mayor número de víctimas en años.
En ese sentido, al menos 15 personas murieron y 40 resultaron heridas ayer en atentados perpetrados en Bagdad, informaron fuentes oficiales.
Autoridades locales dijeron que los atentados fueron cometidos con tres coches bomba y un explosivo en tres barrios de la capital.
Agencias ANSA, DPA, AFP y EFE, y Ámbito Financiero |
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