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Pueblos de Buenos Aires que se reinventan
Estas localidades deben contar con algún potencial que atraiga al visitante, por ejemplo: viejas estaciones de tren, capillas, pulperías, almacenes de ramos generales, etc., además de ofrecer propuestas gastronómicas autóctonas.
escapar del estrés
Más allá de eso, la propuesta en sí es tan sencilla como atractiva: escapar del estrés citadino ensayando un poco de vida de pueblo y de campo sin recorrer grandes distancias desde el centro porteño.
La cadena de Pueblos Turísticos recorre el interior de la provincia de Buenos Aires, principalmente en torno a las ciudades de Luján, San Andrés de Giles, San Antonio de Areco y Carmen de Areco, accesibles por las rutas nacionales 7 y 8.
Sin embargo, últimamente se sumaron nuevas propuestas. Dos de ellas son las localidades de Pipinas, en el partido de Punta Indio, y Garré, en el partido de Guaminí.
Pipinas fue fundada en el año 1913 con la estación del ferrocarril, y en 1938 se instaló allí la fábrica cementera Corcemar cuando era un pequeño poblado de pocas casas, la estación y un almacén.
Alrededor de la fábrica comenzó a construirse el pueblo, que en poco tiempo pasó a tener más de 3.000 habitantes. En el año 2001 (luego de haber sido vendida en 1994), la fábrica cerró sus puertas, con la consecuente reducción de la población.
Su tradición solidaria y emprendedora se vio reflejada en un grupo de habitantes que decidieron formar una cooperativa y recuperar el hotel que fue construido por la empresa Corcemar para la instalación de la fábrica.
Este grupo cooperativo, llamado Pipinas Viva, recuperó las instalaciones del hotel y logró ponerlo en marcha en el año 2006.
Pipinas se convirtió de esta manera en una de las pequeñas localidades pioneras en trabajar alrededor del concepto de turismo comunitario en la provincia de Buenos Aires. Hoy, esta pequeña localidad ofrece a sus visitantes tranquilidad, descanso, una exquisita gastronomía criolla, productos regionales y la hospitalidad de sus habitantes
Por su parte, Garré, en el partido de Guaminí, cuenta con una población de 1.440 habitantes, y una de sus principales características es la cercanía (40 km) con el centro turístico más importante de la región: la villa turística Cochicó, que recibe 100 mil visitas en los meses de verano y miles durante los fines de semana de invierno, motivadas por la pesca deportiva del pejerrey.
Con respecto a la oferta, la Fiesta del Chorizo Seco es un evento anual que de a poco se instala en la región y en el calendario turístico, y en los alrededores de Garré existen muchos cascos de estancias y casas de campo con infinitas actividades para realizar, rincones por conocer e historias que escuchar.
El edificio de la Delegación Municipal es obra del arquitecto Francisco Salamone y, junto con la municipalidad, el matadero de Guaminí y las delegaciones de Casbas y Adolfo Alsina, constituyen una importante porción de la obra que "el arquitecto de las pampas" realizó a lo largo y ancho de la provincia durante la década del 30.
viejos clásicos
El resto son "viejos" conocidos. La red de estas poblaciones conecta a Carlos Keen con Villa Ruiz y luego con Azcuénaga. Siguiendo camino se llega a Villa Lía y más allá a Gouin. Otro corredor de Pueblos Turísticos se ubica más al sur de la provincia de Buenos Aires y lleva por la Ruta 205 hasta Uribelarrea, cerca de Cañuelas, y Villa Logüercio, lindante con Lobos y su hermosa laguna.
La tranquilidad y la hospitalidad de la gente son distintivas en estos pueblos, cuyos habitantes hoy suelen sorprenderse al ver turistas bajar de sus autos y recorrer a pie las calles de tierra.
Les resulta algo extraño, especialmente a los de mayor edad, el interés que despiertan la antigua pulpería, la parroquia o el almacén de ramos generales, el mismo que estuvo allí durante más de cien años. Pero justamente ése es el atractivo: la perdurabilidad.
A su vez, aunque por ahora fuera del programa Pueblos Turísticos, también pueden citarse otros lugares a los que vale la pena acercarse para conocer. Algunos de ellos son: Cucullú, Solís, Villa Espil, Franklin o Espora, en torno a San Andrés de Giles; o parajes como Heavy, Tuyutí, San Alberto y El Candil.
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