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Reservas cierran en u$s 30.586 M (cayeron un 30%)

El sostenimiento del cepo cambiario no detuvo la necesidad de dólares del sector privado y, por la misma razón, no alcanzó a impedir que el organismo debiera afrontar una venta de divisas de u$s 4.900 millones que representó uno de los dos mayores golpes para los activos del Central. El otro fue la decisión oficial de utilizar éstos para el pago de toda la deuda en moneda extranjera del Tesoro: unos u$s 6.762 millones. Fue, precisamente, la última justificación que dio Mercedes Marcó del Pont sólo tres días antes de su salida: "El 75 por ciento de la caída de reservas tiene que ver con el pago de deuda", consideró (computando, también, el pago de deuda del propio organismo).
Ayer, precisamente, el Central volvió a pagar unos u$s 527 millones por el vencimiento de los intereses del Discount en dólares, y sufrió un descenso en las reservas de más u$s 300 millones que las dejaron en u$s 30.586 millones. El objetivo de cortísimo plazo, según se propuso a sí mismo el propio Fábrega hace unas pocas semanas, era mantener el nivel arriba de los u$s 30.000 millones.
En el sistema advierten que el derrumbe de las divisas respondió en gran parte a una serie de errores fiscales y monetarios que superaron a los aciertos. El stock pasó, en sólo doce meses, de los u$s 43.290 millones a los u$s 30.586 millones en los que cerró ayer. El descenso significó un deterioro para el respaldo sobre los pesos que circulan en la economía (la base monetaria) y añadió aún más presión sobre el ya sobrevaluado tipo de cambio. Si bien el organismo ya no debe cumplir la relación entre la cantidad de pesos y la de dólares que debía respetar en la convertibilidad, la diferencia entre ambas es una referencia que siguen de cerca en el mercado y que suele acompañar el valor del dólar "blue". Producto de esta pérdida de reservas, el Gobierno se vio obligado a subir el dólar un 32% anual, el mayor ritmo de los últimos tiempos. El movimiento de la divisa representó una devaluación del 24% para el peso, que ayudará al Central a alcanzar utilidades por más de $ 40.000 millones el año próximo.
Fábrega logró evitar que la caída de reservas continuara al mismo ritmo sólo después de endeudarse con las cerealeras y lograr que liquidaran, en tres semanas, unos u$s 255 millones. Lo hicieron en pequeñas cuotas (a pedido del propio funcionario) de un promedio de u$s 30 millones al término de cada jornada cambiaria. A cambio, el organismo les entregó diariamente Letras en pesos, por las que ya se contrajo un endeudamiento (hasta el momento) de más de $ 1.600 millones que se deberán devolver dentro de tres o seis meses a una tasa anualizada del 3,6% más la devaluación (o sea, un 38% anual).
Al Central le quedan aún por recibir unos u$s 1.250 millones durante enero, según lo acordado, por los que debería seguir incrementando su endeudamiento. Tendrá con esto divisas aseguradas para que el mercado cambiario se mantenga los primeros días del año en paz. Pero en los bancos ya anticipan que el buen humor podría terminarse dentro de poco; y que el efecto de la liquidación sojera podría perder fuerza a fin de enero.
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