6 de junio 2011 - 00:00

Semana clave obliga a encarar causas naturales y políticas extremas

Jorge Sapag
Jorge Sapag
Neuquén (de nuestra agencia) - Rápido de reflejos, desde el sábado, el gobernador Jorge Sapag se trasladó a Villa La Angostura para impartir en el propio lugar de los hechos las instrucciones necesarias que permitan sortear con el menor costo posible para la población las consecuencias de la lluvia de cenizas volcánicas que se abatió sobre esa localidad cordillerana ubicada a casi 500 kilómetros de esta capital y a 50 del límite con Chile (ver página 20). Pese a estar de licencia por la campaña electoral que ingresa en su última semana, el mandatario se instaló en el mismo teatro de operaciones donde caen las cenizas del volcán chileno Puyehue para evitar sobresaltos en la marcha hacia lo que considera un claro triunfo el próximo domingo por estar arriba -18/20 puntos para el MPN- en las encuestas sobre el radical K Martín Farizano, quien reconoce estar por debajo del candidato del MPN que busca su reelección, pero -obviamente- en guarismos menores y acercándose. Sapag, por su parte, trata de mantener la brecha y evitar que la naturaleza la arrebate un triunfo que ya saborea.

Precisamente, esta desventaja le hizo quemar las naves al intendente de la capital sobre el filo de la semana que finalizó. Suelto de cuerpo dijo que «es el único candidato de Cristina Fernández de Kirchner» y desató, con ello, una fuerte repulsa interna dentro de los sectores tradicionales de la UCR provincial que reniegan «ser furgón de cola del PJ kirchnerista». Los rebeldes amenazan con pedir su expulsión del candidato del partido radical y hablan de traición a la Carta Orgánica partidaria. La principal resistencia se registra en San Martín de los Andes y Neuquén capital, donde muchos afiliados se volcaron a apoyar a la Coalición Cívica-ARI, que exhibe como candidato a gobernador a Ricardo Villar, un exdiputado provincial por el radicalismo, que se presenta como la única opción no K en la provincia y lleva de compañero de fórmula a Leandro López, un joven concejal del Recrear de Ricardo López Murphy.

En San Martín de los Andes, la oposición a Farizano se agrupa en torno a la diputada nacional suplente Linda Yague, quien piensa reunirse en los próximos días con Ricardo Alfonsín y otros «popes» nacionales. Farizano le había prometido apoyar su candidatura apenas se lanzó en una interna en ese entonces contra Julio Cobos y Ernesto Sanz. En ese momento -dicen-, Alfonsín visitó Neuquén y dio luz verde para la conformación de una variopinta alianza que agrupa a los izquierdistas sindicatos estatales con la derecha residual del PRO de Mauricio Macri, pasando por el Frente Grande, PJ K y UCR K. Pero nunca supuso el candidato radical que Farizano y el Comité de la UCR decidiría darle la espalda y apoyar a Cristina de Kirchner en un intento por achicar la diferencia con Sapag, quien desde hace cuatro años viene desarrollando su gestión en franca alianza con la Presidente.

Esta alianza institucional que Sapag bautizó como «federalismo de coordinación», pero que en la práctica lo lleva a alinearse en dos elementos claves con la administración K: la construcción de grandes obras públicas como la represa hidroeléctrica de Chihuidos y el manejo conjunto del negocio energético. Estos parámetros hacen aparecer a su alianza con Cristina de Kirchner como más solida que la lavativa declaración de amor no correspondido de Farizano, a quien el silencio de Olivos -pese a los esfuerzos del secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, en mejorar las chances de esta fórmula radical-kirchnerista que lleva a su hermana Nanci de número dos- le provoca fuerte desazón que hace estragos en sus sistema inmunológico. Recientemente, la letal combinación de frío y estrés le provocaron una neumonía que lo paralizó en su domicilio y realimentó los rumores sobre su precario estado de salud.

No es ajeno a este tembladeral en la UCR local la estrategia del diputado nacional y ex K Horacio «Pechi» Quiroga, quien alienta el apoyo a Villar-López y en su nuevo intento por retornar a la municipalidad de la capital provincial reúne cada día más adhesiones para desgastar a Farizano, su exsocio político a quien le reprocha haberlo «traicionado después de haberlo puesto en ese cargo». Cerca de Quiroga, quien se frota las manos, revelaron que fue uno de los artífices que ayudaron a la derrota de la alianza UCR-PJ K en las últimas elecciones locales en Chos Malal, donde el candidato del MPN, Rolando Figueroa, le ganó la intendencia al peronista K Carlos Lator. En las reuniones políticas en Neuquén, el diputado excobista pide no sólo que voten a Villar-López, sino a Sapag-Ana Pechen, aquellos que apoyen las políticas nacionales, «pero nunca a Farizano».

No fue casual que en el anuncio del descubrimiento de un megayacimiento de gas en Loma de La Lata por parte de YPF, tanto la Presidente como su ministro Julio De Vido, y el CEO de la petrolera argentina Sebastián Eskenazi se hayan esmerado en elogiar a Sapag y al gremialista Guillermo Pereyra, socio gremial y político de Hugo Moyano y de línea directa con Antoni Brufau, CEO de Repsol controladora de YPF. Por el contrario, Farizano tuvo que resignarse con asistir en un discreto segundo plano al mismo acto, pero en la Casa Rosada, donde CFK se despachó con los elogios mencionados. Las fotos eran demasiado reveladoras hacia donde se inclina el fervor presidencial que -hasta ahora- ha mantenido una indisimulada neutralidad en la pelea neuquina. «Para nosotros Neuquén es una provincia K y por eso no va a haber una injerencia nacional que desequilibre el juego local», le dijo a este diario un operador K con acceso al principal despacho de la Casa Rosada.

Dejá tu comentario