- ámbito
- Edición Impresa
Sin tregua, los republicanos criticaron “derroche”
Aunque los compañeros demócratas de Obama controlan el Congreso, podrían necesitar el apoyo de los legisladores moderados de su propio partido y posiblemente de algunos republicanos para aprobar cualquier presupuesto.
«Tengo serias preocupaciones acerca de este presupuesto, que exige a las familias trabajadoras de Estados Unidos y a los que generan empleo a dar más de su dinero, duramente ganado, para que el Gobierno financie inéditos incrementos en el gasto», dijo el líder de los republicanos del Senado, Mitch McConnell.
La primera propuesta del presupuesto de Obama, para el año fiscal 2010, incluye medidas para terminar con la recesión, con una agenda audaz para expandir la cobertura de salud, modernizar las escuelas, llevar al país a la independencia energética y reducir los recortes fiscales para los ricos (ver aparte).
El senador Judd Gregg, recientemente retirado de la nominación de Obama para encabezar el Departamento de Comercio por diferencias políticas, dio su opinión sobre el presupuesto.
«El esquema del presupuesto muestra un intento desganado de reducir los déficits billonarios que enfrentamos, en gran medida a través de más alzas de impuestos que sólo dañarán a la economía, cuando debería tomar esta oportunidad para ejercer una restricción agresiva del gasto», dijo Gregg.
Los republicanos se rindieron a la petición de aprobar una serie de presupuestos de grandes déficits durante el Gobierno del predecesor de Obama, George W. Bush.
En ese sentido, el líder de los republicanos de la Cámara de Representantes, John Boehner, reconoció que su Gobierno gastó mucho entre 2000 y 2001. «Pero si se empieza a mirar lo que ha pasado en el último mes y lo que fue propuesto en este presupuesto, el presidente está empezando a hacer que Bush se vea como un tacaño», dijo Boehner.
«La era del Gobierno omnipresente regresó, y los demócratas están pidiéndote que lo pagues», insistió. Obama presentó las ideas usuales de la izquierda; su política es «simplemente una asesina de empleos», concluyó.
Agencia Reuters
Dejá tu comentario