Mas allá de los argumentos lógicos o la historia, uno de los instrumentos favoritos para entrever qué es lo que puede depararnos el año que está por comenzar, pasa por lo que podríamos llamar “la sabiduría de las masas”, o de manera menos arcana, las proyecciones implícitas en las apuestas (de Betfair, Metaculus, PredicIt, Smarkets) sobre una serie de asuntos. Por ejemplo, en política, los tantos le asignan una chance del 82% a que el partido republicano reconquiste en los EE.UU. la cámara baja y que los demócratas mantengan el control del senado de 30% (algo de esto hablamos ayer); en Brasil, Lula da Silva es visto con una posibilidad de recuperar la presidencia del 68%; en Francia Macron del 63%; Boris Johnson es visto saliendo de Downing Street con el 46%. La chance que Rusia invada Ucrania es valuada al 43% y que China a Taiwan, 10%; que el año sea el más caluroso de la historia, 25%; que Israel inicie charlas de paz con Palestina, 17%. En negocios, la probabilidad de que las ventas de autos eléctricos en los EE.UU. alcancen las 600.000 unidades es de 65% (fueron 330.000 en 2019), que la inflación supere el 4% de 52% y que la economía crezca menos de 3% de 46%; que el bitcoin finalice el año arriba de u$s70.000 de 40%, que el barril de petróleo lo haga debajo de u$s60 de 21%; etc. Mas cerca de la adivinación y el “wishful thinking” ayer escuchábamos a Mini Blackhill pronosticar que en marzo habrá si o si un acuerdo entre la Argentina y el FMI. La base del argumento es que el país no tiene los u$s2821 millones que debería devolver entonces al organismo, lo que es cierto y sabido por la gente del Fondo. Acá no tenemos la más mínima idea de que va a ocurrir, pero lo que nuestro fosco amigo parece desconocer es que no se trata de una cuestión binaria: default/acuerdo, sino que las opciones son múltiples. Por caso, si por encima de todo algo demuestran los u$s1892 millones abonados una semana atrás (o los u$s700 millones que pagaría en enero), en una estrategia que copia la de la renegociación de la deuda con los acreedores privados (hasta el default), es la intención de mostrar la “buena voluntad” del país para con el organismo. Seguimos mañana. Con $1332 millones tranzados en acciones (1% abajo del diario del mes), partidos en 47 alzas, 5 sociedades sin cambio y 12 en baja, tras ceder 0.68% en la media rueda el S&P Merval cerró 1,48% arriba en 84.006,5 puntos. Dimensionando el récord del “blue” en $209 (+1,46%), con 8 alzas y 13 bajas, los principales ADR cedieron un promedio simple de 0,28%.
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