La soja anotó ayer su cuarta sesión consecutiva en baja para cerrar a u$s439,18, lo que representa un retroceso al final de la rueda de poco más de u$s1,10 para la posición noviembre. Los precios continúan presionados luego de las proyecciones del USDA de mayores stocks finales para Estados Unidos, pero lo cierto es que la oleaginosa viene mostrando una tónica bajista desde hace meses impulsada, en gran medida, por la desaceleración de las compras de grano por parte de China.
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Soja: volvió a caer en el mercado de Chicago (perforó los u$s440)
El maíz y el trigo también tuvieron una jornada negativa. Sigue presionando el último informe difundido por el USDA y la caída de la demanda china.
Las actuales cotizaciones prácticamente borraron las subas vertiginosas que experimentó el cultivo durante este 2021, llegando incluso a cotizar por encima de los u$s600 en mayo pasado. En tanto, también se encuentran bastante lejos de los u$s520 que proyecta la ley de Presupuesto que envió el Gobierno al Congreso apenas un mes atrás.
En una economía ávida de dólares frescos la baja en el precio de la soja no es para nada una buena noticia, incluso las primeras proyecciones indican que solo contando la soja que queda por embarcarse de la campaña 2020/21 Argentina perdería al menos u$s500 millones en ingresos por exportaciones.
Por su parte, para proyectar una merma en los ingresos de la campaña 2021/22 todavía falta mucho camino por recorrer y si bien la caída en la cotización del poroto de soja no es una buena noticia, lo cierto es que la Argentina exporta principalmente aceite de la oleaginosa y ese mercado resiste e incluso le brinda sostén a las cotizaciones. En este marco, ayer en el mercado de Chicago el aceite de soja terminó con signo positivo (subió más de u$s16) para cotizar a u$s1.313 la tonelada.
Otro dato que agrega preocupación al mercado es que según se informó desde China, durante septiembre las importaciones de soja sumaron 6,88 millones de toneladas, el volumen más bajo para ese mes en 7 años. Este dato no contribuyó para tranquilizar a un mercado que ahora depende de la demanda y que podría mostrar mayores retrocesos en el mediano plazo, pero no todo está dicho.
En este marco el maíz también experimentó ayer una jornada negativa, para cerrar la sesión a u$s201,3, su mínimo en cuatro semanas y perdiendo además u$s4,4 en la rueda. Una vez más, la campaña norteamericana fue uno de los factores que llevaron al cereal a la baja y así lo detallan desde la consultora Granar: “El progreso de la recolección sobre el Medio Oeste y la entrada del grano nuevo en el circuito comercial sumaron a la tónica bajista y sustentaron la decisión de los fondos de inversión de operar como activos vendedores de contratos”.
Mientras tanto, el trigo también sufrió caídas que alcanzaron los 6 dólares, presionado por una toma de ganancias, luego de las subas de la última sesión, ante el informe mensual del USDA que trajo menores suministros mundiales del cereal. De esta manera el cultivo culminó la jornada cotizando a u$s263,7 la tonelada.
“Este revés tuvo su origen en las cancelaciones de licitaciones internacionales, que comenzaron ayer con Egipto y que continuaron hoy con Jordania. Para los operadores, esa no fue una buena señal de parte de la demanda que, quizás, está dando a entender que los precios alcanzados por el grano fino en medio del ajuste de la oferta en algunos de los mayores proveedores globales son demasiado onerosos y que es tiempo de racionar hasta que esas cotizaciones vuelvan a niveles razonables a juicio de los países compradores”, explican desde Granar.
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