¿Suecia? Cárcel porteña, con sólo 6 presos en un año

• SE INAUGURÓ EN JUNIO DE 2015.• LAS CELDAS PARA MUJERES POR AHORA NO SE UTILIZARON.

VACÍA. La prisión para contraventores no tiene detenidos. Sin embargo, la custodian varios policían en tres turnos.

 Una cárcel sin presos es una realidad que sólo ocurre en Suecia, país que tuvo que cerrar varias penitenciarías por falta de condenados. Sin embargo, en la Argentina, a pesar de que la población carcelaria crece año tras año, también existe una prisión que actualmente se encuentra vacía. Se trata de la cárcel de contraventores, inaugurada el 10 de junio del año pasado en el barrio porteño de Nueva Pompeya. A un año de su apertura, sólo seis personas pasaron por sus celdas. Los detenidos cumplieron penas de 1 a 5 días, aunque la máxima condena puede ser de 3 meses. A uno de ellos se le privó la libertad por afectar el desarrollo de espectáculos públicos, dos por hostigamiento y maltrato y el resto por conducir en estado de ebriedad o bajo el efecto de alguna sustancia.

El lugar de detención está dentro del Centro de Servicios Judiciales que construyó el Consejo de la Magistratura en la calle Beazley 3860. Cuenta con diez calabozos, seis para hombres y cuatro para mujeres (aunque los pabellones femeninos todavía no fueron inaugurados) y son custodiados en tres turnos por efectivos de la Policía Metropolitana, que cumplen funciones allí a pesar de la falta de presos. La construcción, que también incluyó un depósito y el Archivo General del Consejo, implicó el desembolso de unos $20 millones.

¿Pero por qué tan pocos presos? Si se viola la ley de contravenciones, se somete al imputado a juicio y luego el juez le impone una sanción que puede ser una multa o días de arresto. Pero lo que sucede es que varias de las sentencias aún no están firmes.

Entre los delitos que son penados con días de prisión, se encuentran: hostigar, maltratar e intimidar (de 1 a 5 días de arresto), conducir alcoholizado (1 a 10 días), violar una clausura impuesta por una autoridad judicial (5 a 20 días), arrojar sustancias insalubres o dañinas en lugares públicos (de 3 a 30 días), portar armas blancas o de aire comprimido en la calle (5 a 15 días), revender entradas (2 a 10 días), vender alcohol a menores o fuera de horario (de 2 a 10 días), correr picadas (de 5 a 30 días), violar barreras de tren (de 1 a 5 días), entre otras.

La cárcel de contraventores tiene una larga historia de mudanzas y de críticas por la escasa cantidad de presos que alojó en sus anteriores sedes, lo que parece repetirse en este establecimiento.