Dublín - La Policía irlandesa teme un estallido social de grandes proporciones, como consecuencia de un programa de ajuste que impondrá el Gobierno a partir de diciembre, tras aprobarse el domingo un plan de «rescate» de unos 90.000 millones de euros para «estabilizar» la economía nacional. Los temores se incrementaron ayer, luego de que policías armados intervinieron para evitar que medio centenar de manifestantes ingresara a edificios gubernamentales en Dublín para protestar por la crisis económica. El hecho puso en alerta a las fuerzas de seguridad irlandesas, que esperan un recrudecimiento de la protesta social como consecuencia del ajuste. En tanto, el domingo, varios manifestantes bloquearon el paso de un Mercedes-Benz que transportaba a la ministra de Turismo, Mary Hanafin, a la sede de su cartera en Dublín. Los activistas gritaban por elecciones anticipadas y fueron detenidos por la Policía.
Mientras, la ministra de Salud, Mary Harney, recibió una andanada de huevos y queso podrido cuando arribaba al Mid Western Regional Hospital en Nenagh, en el condado de Tipperary. Un grupo de manifestantes cantaba: «Fuera los corruptos que nos dejaron en la ruina».
Agencia ANSA
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