31 de enero 2014 - 00:00

Tormentoso homenaje a Falú en Cosquín

Liliana  Herrero y Juan Falú durante el homenaje a Eduardo Falú, anteanoche en el Festival de Cosquín. Ambos se quejaron duramente de las condiciones y el horario (tres de la mañana) en los que debieron actuar.
Liliana Herrero y Juan Falú durante el homenaje a Eduardo Falú, anteanoche en el Festival de Cosquín. Ambos se quejaron duramente de las condiciones y el horario (tres de la mañana) en los que debieron actuar.
La quinta "luna" del Festival de Cosquín exhibió anteanoche el peor costado del tradicional encuentro: el homenaje a Eduardo Falú, guitarra esencial del folklore, terminó envuelto en una controversia. Falú, figura central en el legendario Cosquín que conducía Julio Márbiz en los `60 y `70, tuvo un espacio marginal y el homenaje proyectado por su sobrino Juan Falú fue postergado a las 3 de la mañana, sin prueba de sonido y finalmente amputado en su duración.

"¿Así planifican, en un festival cada vez más sometido a las peores exigencias de las políticas de recomendaciones y grillas predeterminadas, un homenaje a una de las memorias fundamentales de la música argentina? ¿Así es como pretendemos recordar y al mismo tiempo pensar este país?",se quejó la cantante Liliana Herrero, partícipe del homenaje, al enterarse del horario asignado. "Tal vez tengamos que ir un día al festival de Cosquín en Japón en donde al menos se lo recuerda con respeto", agregó. Pasadas las 3, hubo finalmente lugar para el homenaje que, además de Falú y Herrero, estuvo a cargo de Lilian Saba (piano) y Marcelo Chiodi (vientos).

"Esperemos que este modo sobrio de hacer música tenga su lugar en esta plaza", dijo Falú antes de interpretar la zamba "Tonada del viejo amor". El sonido era tan deficiente que Falú dejó la guitarra por un momento y reflexionó: "Hay símbolos que tienen que ver con nuestra patria y con nuestra cultura que es necesario saber respetar, como esta guitarra criolla, sin enchufe que nos ha engalanado por todo el mundo. Merecíamos el tiempo para poder hacer una prueba de sonido antes de actuar; no por nosotros sino por respeto a ustedes y al homenajeado. Hay mucha tecnología acá, entonces hagan sonar bien una guitarra criolla, por favor", y explotó una ovación.

Siguió la música -sin mejorar el sonido- con "Trago de sombra", una versión de "Milonga del alucinado", "La cuartelera" arreglada sólo para guitarra y "Las golondrinas". Los aplausos crecían. El maestro de ceremonias, Marcelo Simón, inrrumpió para despedir a los artistas aunque quizá preparando el terreno para un bis. Menos diplomática, Maia Sasovsky, buscó sin más clausurar el momento. "Cosquín ha sido un lugar muy significativo para Eduardo Falú y Eduardo Falú lo ha sido para Cosquín. En los `60 y `70 Eduardo y Atahualpa Yupanqui eran las figuras de mayor prestigio, aquellas que depositaban el mayor clima de atención y reflexion", expresó ayer Juan Falú a la agencia Télam.

Dejá tu comentario